31 de enero de 2011

Sobre mi madre y saltarme la aduana.

Mis padres siempre me formaron en buenos valores: me enseñaron a no mentir, a no robar, a no agredir a la gente sin sentido; en general me enseñaron a ser una buena persona. La mayoría del tiempo trato de vivir mi vida sin hacer daño a terceros, tal como me inculcaron. Sorpresa fue para ellos, encontrarse con que estoy buscando una palanca en la aduana para entrar mercadería ilegalmente. Es que mis padres tienen un gran defecto: son positivistas jurídicos.
Mi madre es de las que cree que lo que dicen las leyes es lo que debe hacerse; y mi padre es un estatista honesto. Para ellos la corrupción es un mal terrible, y no están dispuestos a ser parte de ella. Estoy absolutamente seguro que si algún día mi padre llegara a mandar en la aduana, de ningún modo me dejaría entrar ni un pendrive sin registrarlo y tributar primero.
Lastimosamente yo no pienso así. Para mí, mis derechos están por encima de toda ley y nadie está en legitimidad de violarlos. Se podría decir que de algún modo soy iusnaturalista y no creo que una constitución pueda delimitar mis derechos “naturales” (por llamarlos de algún modo).
Por lo general se dice que la corrupción nos perjudica, que la corrupción es mala, que la corrupción es un crimen que debe ser castigado. Y por lo general lo es. Es un acto bastante repudiable, y es el eterno karma de los demócratas, que alguien use el poder estatal para beneficio propio. Sin embargo, hay variados casos en que funcionarios corruptos nos salvan de los verdaderos crímenes.
Soy de los que piensan que los impuestos son un robo. Según Wikipedia “El robo es un delito contra el patrimonio, consistente en el apoderamiento de bienes ajenos, con intención de lucrarse, empleando para ello fuerza en las cosas o bien violencia o intimidación en la persona.” Y según la Real Academia de Lengua Española es “quitar o tomar para sí con violencia o con fuerza lo ajeno.” ¿Cómo los impuestos se salvan de esta definición? El Estado está tomando lo ajeno (mi dinero) empleando violencia o intimidación (mandarme a la cárcel si me niego). El Estado me está robando. Cada vez que me obligan a pagar IVA, ICE o aranceles en la aduana, me están robando. Están atentando contra mi libertad y mi propiedad.
Hace algunos meses atrás ya conté mi desdicha al tratar de entrar al país un simple adaptador de 35mm, para mi mala suerte ya había hecho también el pedido de un trípode con el cual pasó lo mismo. ¿De qué me sirve haber ahorrado si tengo que destinar un 30% de mi dinero nomás en pagarle a la aduana? ¿Cómo voy a comprar equipos con tremenda traba? Sería realmente estúpido comprar algo de $4000 y dar $1500 para que me lo dejen entrar. Sería realmente estúpido dejarse robar tan campantemente.
Aquí es donde entra el funcionario corrupto. Alguien que viola las leyes, para sacar provecho de ello, pero al mismo tiempo me está salvando de un crimen. Se podría decir que es un héroe al cual yo le pago para que me defienda. Como los Caza Fantasmas. No me importan las razones por las cuales lo haga, ni siquiera si es consciente o no; me importa que por una cantidad módica, me está salvando de un robo inmensamente mayor.
¿Está violando las leyes? Obviamente. ¿Se está beneficiando de ello? Obviamente. ¿Me estoy beneficiando yo de ello? Obviamente. ¿Es eso corrupción? Tal vez, dependiendo del concepto que tengamos. En este caso, podríamos decir que sí, si nos atenemos al significado clásico. ¿Entonces por qué lo hago si me enseñaron a ser honrado? Justamente porque me criaron para no hacer daño a los demás, y para no dejar que me hagan daño a mí. Al quebrar una ley no necesariamente estoy violando los derechos de otras personas. Hay leyes que son totalmente ilegítimas, y no cumplirlas es legítimo. Eso se llama desobediencia civil. Al saltarme la aduana, no estoy haciendo daño a nadie y me estoy defendiendo a mí mismo.
Hay quienes se atreven a decir que evadir impuestos es un robo; que le estoy robando al país. Según Wikipedia “El robo es un delito contra el patrimonio, consistente en el apoderamiento de bienes ajenos, con intención de lucrarse, empleando para ello fuerza en las cosas o bien violencia o intimidación en la persona.” Y según la Real Academia de Lengua Española es “quitar o tomar para sí con violencia o con fuerza lo ajeno.” Cuando yo evado impuestos, no estoy apoderándome de nada ajeno simplemente estoy protegiendo mi patrimonio; y mucho menos estoy iniciando la fuerza contra alguien, al contrario estoy esquivando la violencia que ejercen contra mí.
La evasión tributaria y el contrabando, están totalmente acorde a los principios morales de mi familia por el simple hecho que no lastiman de ningún modo a nadie. Espero que mi madre pronto entienda esto y me ayude a encontrar una forma de entrar los equipos que compré con mis ahorros sin tener que pagar tributo como en el feudalismo.
PD: y el que crea que evadir impuestos es ilegítimo, pues que se abstenga de comprar cualquier cosa en la Bahía o en la Ipiales.
PD2: y eso que se podría decir que yo compro un par de "juguetes" aún, no me imagino como ha de ser de horrible para los empresarios que traen containers llenos de mercancía.