30 de marzo de 2009

se estrenó...

Se estrenó el documental, y me atrevo a decir que el evento fue un éxito. Incluso es halagador saber que hay quiénes intentan robarse el crédito y andan diciendo que nos han financiado, cuando en realidad nunca siquiera hemos conversado. Debemos la realización de este importante evento, a la Sra. Carlota Torres, miembro de Foro Democrático, que fue quien organizó, convocó y dio forma a algo que ni se nos había ocurrido. A continuación, mi opinión y ciertas aclaraciones con respecto a nuestro video.
El lugar.-

El evento tuvo lugar en el auditorio del Ministerio del Litoral. Obviamente para desligar nuestro trabajo de intereses oficialistas, inicialmente se pensaba realizarlo en el MAAC Cine o en el auditorio de la Casa de la Cultura. Lamentablemente el MAAC Cine se negó rotundamente aclarando que la razón de la negativa, era el fuerte contenido de nuestro documental. Sobre la Casa de la Cultura sucedió algo parecido, sumándole que la calidad de reproducción es inferior. Por estas razones se lo estrenó donde se lo estrenó.

La sala contaba con 220 butacas, las cuales fueron ocupadas en su totalidad. Incluso se quedó gente parada al fondo y sentada en los pasillos. Sinceramente nunca esperamos esta convocatoria. En total se registraron 247 personas y a un grupo de 40 o 50 personas se las dejó pasar sin registrarse por el apuro. Una cita de 300 personas para ver un documental, en nuestra cultura, es un número bastante bueno. Llenar un auditorio avisando a la gente tanto de boca en boca, por mails, por blogs, como por la agenda cultural de los periódicos es algo excelente. Hace cierto tiempo, cuando realizábamos video foros; lo máximo que logramos llenar fue Barricaña con 60 personas y ese es el promedio de asistentes a eventos sociales-culturales en nuestra ciudad.

Esto quiere decir que el tema tratado es un tema de gran interés y preocupación para la ciudadanía, con la cualidad de que nunca había sido expuesto de esa forma. Un saludo a toda la gente que asistió y apoyó a la difusión; desde personas cercanas que nos acolitaron siempre hasta personas que ni nos conocen pero les interesó el tema.
El video.-

Para quienes pudieron verlo, así como para quienes lo verán pronto de alguna u otra manera; vale especificar que este trabajo fue realizado por dos inviduos contando únicamente con el apoyo de nuestros panas. El documental fue realizado de manera independiente, autofinanciada y autogestionada. Jamás recibimos financiamiento de ninguna entidad privada ni estatal, mucho menos de partidos políticos. Peor aún del señor Luis Monge.

La realización del documental duró aproximadamente 8 meses, con sus diferentes etapas de producción, rodaje, montaje, etc. De igual manera gracias a toda la gente que nos apoyó, desde nuestras familias que aguantaron desapariciones de días enteros o pasar metidos todo el día trabajando; hasta la gente que estuvo acolitando en algo, apoyando diciendo que estaba bacán, o simplemente preguntando cuándo ya estaría listo.


La prensa.-

Algo también muy importante para nosotros fue la prescencia de medios de comunicación en nuestro evento. Eso si nunca lo hubiera esperado. Contamos con la prescencia de Óscar Pineda quien publicó un reportaje en el Telegráfo el día sábado. También estaba gente del Expreso e incluso nos entrevistó un camarógrafo de Canal 1. Gracias a los panas de los panas que de alguna u otra manera lograron que le den cobertura a nuestro video.

El foro.-

Luego de la proyección del video se realizó un pequeño foro; dirigido por Fabián Burbano, miembro de Memoria Ciudadana. Más que un foro político-ideológico, fue un foro de impresiones. Para nosotros era necesario saber qué opinaba la gente acerca del video, qué opinaban los comerciantes que salían en el video, qué tenían que aportar, etc, etc. Y al parecer a la mayoría de comerciantes les conmovió nuestro trabajo. Estaban emocionados, alegres, etc y eso fue lo mejor de todo. Contaron sus experiencias y explicaron que lo que se vio en la pantalla, es sólo un granito de toda la porquería que se vive en las calles de Guayaquil. Aclaración necesaria para quiénes asistieron al evento, pero ni son ni tienen vinculación alguna con comerciantes minoristas o informales. Gracias a los comerciantes dirigentes que confiaron en nosotros y nos dieron la oportunidad de trabajar junto a ellos. Gracias a todos los comerciantes que fueron al estreno.
El oportunismo.-

Una pequeña mancha que ensució el evento fue el oportunismo de ciertos representantes de Alianza País; que pretendieron usar el estreno como tarima de la política electoral. Afortunadamente se les cortó la viada y quedaron como lo que son: unos oportunistas caretucos. Espero hayan comprendido que una cosa es estar a favor de los comerciantes, así como de cualquier otra lucha social; y una muy diferente es prostituirse ante un partido. Gracias a la gente que desde su asiento logró hacer sentir el rechazo de esta mala jugada.

El brindis y los saludos.-

Al terminar el foro, se procedió a salir a una antesala, donde se realizó un brindis. La verdad es que no estuve ahí porque me quedé conversando adentro. En todo caso, lo mejor aparte de las declaraciones en el foro; fueron los saludos y felicitaciones de todas las personas que se nos acercaron, familiares, amigos, amigos de los amigos, dirigentes, comerciantes, activistas, intelectuales, curiosos, gente interesada, sapos del Municipio, etc. Entre todos ellos, me saludó un chico, que al parecer sufre cierta discapacidad mental y que me contó que le había gustado la "película" porque era honesta. Me citó un autor que no logro recordar en este momento, y me dijo que a él le agradaba ese director porque hacía las películas más feas, pero honestas. Me dijo que había logrado sentir la sinceridad en nuestra obra y me felicitó por eso. Gracias.

Eso es todo lo que tengo que decir. No se si Andrés quiera decir algo, pero yo mejor me callo porque esto ya parece una Pascualina. En los siguientes días subiré un video sobre el evento.

Salud!

18 de marzo de 2009

documental Guayaquil Informal

"El espacio publico es el lugar por excelencia de enunciación, circulación y consumos de los discursos. Tambien es el lugar donde se evidencian los marginamientos y las exclusiones por aquello que se visibiliza y por lo que no. En la exclusión y desde lo marginal se gesta lo disidente que emerge como resistencia. Aquí se enuncian discursos alternativos; estos dejan ver otra ciudad y otros ciudadanos que el discurso oficial ha invisibilizado." Alexander Buendia Astudillo
Guayaquil Informal.
Un documental de Ernesto Yturralde y Andrés Loor
En Guayaquil, más de 500 000 personas viven en la subocupación, y de éstas, casi el 50% se dedica al comercio minorista informal como forma de subsistencia. A pesar de esto, la administración local, en su intento de renovar turísticamente la ciudad, ha emprendido una sistemática persecusión contra su gremio.
Con la participación y apoyo de los principales dirigentes de comerciantes minoristas en la ciudad: César Espinoza, Mónica Lucero, Elizabeth Palacios y Patricio Sáenz así como de analistas políticos respecto al tema: Xavier Andrade (antropólogo urbano de la FLACSO), Xavier Flores (abogado especialista en derechos ciudadanos), Joselo Andrade (economista director del Movimiento Libertario), Billy Navarrete (representante del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos), y demás personas partícipes de la problemática informal en la ciudad de Guayaquil.
La trama gira en torno a la represión ocurrida el 10 de junio del 2008 por parte de personeros del Municipio hacia los comerciantes que marchaban para presentar sus propuestas; y muestra los diferentes discursos que por lo general tratan de ser invisibilizados por el discurso oficial de la alcaldía. Casos de abusos y violaciones a los derechos humanos, la regeneración urbana, casos de criminalización de la protesta, la estructura homogenizadora y uniformadora de una ciudad en progreso; son tratados y dan a conocer un punto de vista no-oficial acerca de Guayaquil.
Estreno:
Jueves 26 de Marzo del 2009
18h30
Auditorio del Ministerio del Litoral (ex Banco del Progreso, 3er piso)
Se proyectará el video completo y se realizará un foro con los protagonistas del video, comerciantes y demás invitados. El conversatorio será dirigido por Fabián Burbano, miembro del movimiento documentalista Memoria Ciudadana.
Quedan invitados todos.

13 de marzo de 2009

Mi relación con el Municipio.

Siempre supuse que la violencia por parte de los agentes del Municipio de Guayaquil no era mera casualidad, sino la naturaleza propia de su labor.

Cuando aún era un chiquillo de 13 años y Jaime Nebot se posesionaba como alcalde de esta ciudad, algo me hacía desconfiar del nuevo régimen en curso. Tal vez era una corazonada o la simple idea de que implicaba la continuación de la política de Febres Cordero, no me simpatizaba.

No tenía postura política, en aquel entonces sólo gustaba del rock n roll y de compartir con amigos. A pesar de esto, sentía mucho más rechazo a Nebot y su clan, que a cualquier otro candidato. A lo mejor era mi postura conservadora de entonces que me producía cierto asco recordar al nuevo alcalde dopado y borracho, insultando y agrediendo en el Congreso Nacional. O tal vez, fue ver a un Febres Cordero mostrando sus dotes de macho men, lanzando palabrotas de su florido vocabulario en la marcha de los crespones negros. Años después, pude constatar que mi instinto tenía razón.

Un día hace unos 4 años, encontrándome de regreso de una manifestación contra la firma del TLC (Tratado de Libre Comercio); tuve el desagrado de ser abordado por un buen número de policías metropolitanos y otro empleado municipal de cargo superior. El empleado municipal intentó requisarnos, a mí, a mi hermano y a un amigo que me acompañaba. Negándome yo a la requisa le respondí "esto ha de ser otra obra del hijueputa de Nebot". Las palabras fueron tan fiolsas como navaja, que la reacción de los canes municipales fue tan violenta como rápida. Sin más ni menos dos puñetazos cayeron sobre mi rosto. Provocaron la caida de la mitad de uno de mis dientes frontales así como el brote de sangre del labio superior y de mi nariz. La jauría municipal no contenta con los golpes, me subieron a una camioneta con destino al cuartel de la Policía Metropolitana. Recuerdo que en el camino el chofer (el único con guayabera) me lanzaba un sin fin de amenazas: "de aquí no sales pelado... yo mismo me encargaré de que te quedes encerradito buen tiempo... y tú no sabes lo que te espera ahí dentro". Cuando llegamos al cuartel, me pidieron la cédula y se las entregué. El empleado municipal del registro del cuarte, así como el de la camioneta, pudieron constatar mi condición de menor de edad; cosa que parece no haber tenido relevancia. Igual fui trasladado a un calabozo del recinto carcelario con gente adulta, que como yo se encontraban presos por razones tan o más absurdas que las mías.

Esa intuición de cuando era chico, no se había equivocado. La desconfianza hacia la administración local que sentí antes de involucrarme en el activismo político, no era por gusto. Saborié la injusticia y el abuso. La pretotencia y la malicia fueron mis verdugos. El encierro la cobija de la noche. Confronté al enemigo y estuve dentro de sus fauces. En la cárcel escuché alaridos que pedían libertad.

El encierro reafirmó mi oposición al alcalde. Los golpes alimentaron la rabia y el odio que nutren la razón por qué luchar. Los testimonios de los demás detenidos aseveraban la tiranía del caudillo porteño. Aquel suceso me involucró de lleno en la política social.
Pensé que este sería la última vez que tendría un altercado con el Municipio. La verdad no fue así. Un par de años después, me encontraba junto a otros amigos (uno de estos estuvo el día que me llevaron preso y otro es Yitux) sentados en la plaza que queda entre el Municipio y la Gobernación. Eran las 11pm masomenos, y mientras charlábamos, tres policías metropolitanos se pararon detrás de nosotros. Uno de estos apuntó una escopeta directamente hacia nosotros; muy cerca recuerdo. Nosotros lógicamente nos descompusimos y nuestro semblante no fue el mismo. La actitud del guardia era totalmente intimidadora. Nos preguntaron que qué hacíamos ahí sentados, que eramos "sospechosos". ¡Vaya manera de indagar! Luego prosiguió a decirnos que si él quería, en ese mismo momento nos podía encerrar. ¿Cuál fue nuestro delito? ¿Estar sentados acaso? Mientras uno de los metropolitanos revisaba la maleta de uno de nosotros, el arma no dejaba de apuntarnos. Después de una serie de amenazas nos dejaron ir. Yo no podía salir del asombro y sólo podía pensar que esto había sido una mala broma. ¡Osea que ya ni siquiera en mi propia ciudad me puedo sentar con más de dos personas! Increíble.

Esto reafirmó, una vez más, que nos encontrábamos frente a un régimen de autoritarismo de la peor calaña.

Pensé que ahora sí se acababan mis grescas con la guardia de choque del Municipio. Pero una vez más estaba en un error. Pocos meses después, dos guardias Siglo XXI le quitaron la cola a una vendedora en el parque Centenario. Mis amigos y yo, que vimos lo sucedido, le increpamos su actitud a los guardias. Los uniformados comenzaron con una serie de amenazas: que nos llevarían detenidos, que estábamos alterando el orden, que nos encarcelarían por escándalo público y otros argumentos baratos más. La gente se comenzó a amontonar y comenzaron a reprender a los guardias. Los dos guardias viendo la cosa fea se retiraron del lugar. Nosotros por nuestro lado, seguimos caminando por la calle 9 de Octubre. Varias cuadras más adelante, por la plaza San Francisco, me percaté que el grupo que caminaba conmigo había sido interceptado por una veintena de guardias Siglo XXI, los cuales nos habían estado siguiendo el paso. Cuando caminé hacia mi grupo, los guardias nos encerraron en forma de cadena con el fin de llevarnos presos o agredirnos. Logramos safarnos y apuramos el paso. El fin era salir del área regenerada, pues es el lugar de estos guardias. Infructífero fue el intento. A la siguiente cuadra nos cercaron más guardias, junto a un personero del Municipio y agarraron a un amigo. Ya ni modo, fuimos por él y nos agarraron a los siete. El funcionario nos amenazaba con llevarnos presos y los guardias nos insultaban y nos buscaban bronca. Llamaron a un grupo de policías nacionales para que nos detengan pero les logramos explicar lo sucedido. Los guardias no tenían argumentos reales y los policías notaron que les estaban haciendo perder el tiempo por lo que nos dejaron libres. Mientras tanto los guardias mostraban cara de amargura y nos seguían insultando.

A los cuatro meses de haber ocurrido esto, me volví a topar con algo similar. Una tarde estando en el parque de la Kennedy con unos amigos malabaristas, dos guardias del parque (que también pertenece al Municipio) nos expulsaron del ágora del parque por hacer malabares. Nosotros accedimos pues pensamos que se realizaría alguna actividad en dicha infraestructura. Al ubicarnos en otra área del parque, nuevamente fuimos abordado por los guardias que esta vez nos pedían permisos. Les respondimos que no necesitamos permisos para ir a recrearnos a un parque. La contestación fue clara y concisa, nos iban a desalojar. A los minutos regresan, otra vez, agresivos y eufóricos, vociferando que nos botarían por la fuerza. Les respondimos con argumentos lógicos, pero no hicieron caso. Nuevamente a los pocos minutos regresaron con elementos de la Policía Nacional, quienes prestándose para la payasada, nos amenazaban con llevarnos presos sin ningún argumento. Decidimos tomar neustras cosas e irnos. Teníamos las de perder.

Aunque este fue mi último enfrentamiento con gente ligada al Municipio, no fue la última vez que constaté de cerca sus abusos.

Unos meses antes de terminar el 2008, un compañero fue arrestado por policías metropolitanos. Su único crimen fue haber lanzado un papel hecho bola a un carro municipal. Le quisieron dar 7 días de prisión, pero se pagó la multa y logró salir al 3ero.

Lo acontecido en este caso me recuerda a lo que sucedió en Esmeraldas, en plena campaña por la constituyente, cuando un simpatizante por el No lanzó un papel hecho bola al carro presidencial. Al igual que mi amigo a este pobre hombre se le pretendió dar prisión por "atentar" contra la majestad del atorrante de Correa. Son sucesos similares con distintos actores. Uno con cobertura mediática y otro sin la más mínima importancia.

Quién diría que mi desconfianza adolescente hacia el gobierno local socialcristiano, me proyectaría a un conflico seguido con su seguridad.

Jamás pensé escribir esto, pero si en este blog hemos escrito y expuesto abusos y atrocidades por parte del Municipio hacia otras personas, yo me pregunté ¿Por qué no exponer en la vitrina cybernética mi propia experiencia con la represión? Además, esto no es sólo por mí, sino por todos los que también ahí estuvieron. Va por ellos. Porque la pelea no se acaba y el conflicto no termina mientras estos perros sigan existiendo y jodiendo a la ciudadanía.

12 de marzo de 2009

Anarquismo, Razón e Historia

por Joe Sobran
(nunca he leído nada de él, dicen que es un derechoso que se volvió loco y se declaró anarquista jaja, pero igual este artículo me gusta)


¿Puede cualquier estado tener un "derecho a existir"? La pregunta ha sido planteada nuevamente por el profesor Hans-Hermann Hoppe, en su libro "Democracia: El Dios Qué Falló". Él la responde con un vehemente No.

Hoppe solamente es el más reciente pensador en la tradición del anarquismo filosófico. Su maestro, el fallecido Murray Rothbard, fue otro. Ambos deben sus ideas a un gran, pero poco conocido, americano del siglo diecinueve, Lysander Spooner.

La posición de Spooner era simple. Hay una ley moral, la cual en esencia todos aprendemos temprano en la infancia, incluso antes de que conozcamos nuestras tablas matemáticas. Es básicamente esta: No lastimes a otra gente. El principio es simple, aún si su aplicación pueda ser dificultosa ocasionalmente.

Spooner razonó que de éste se deduce que ningún estado debería existir. Nadie puede arrogarse el poder de cambiar la ley moral o un monopolio de la autoridad para hacerla valer. Mas el estado se arroga el derecho de hacer ambas cosas. Trata de cambiar la ley moral a través de la legislación, la cual se considera - falsamente - que añade algo al deber moral de sus súbditos, e insiste de que sólo él puede definir, proscribir y castigar la injusticia.

Las consecuencias de los derechos asumidos por el estado incluyen la guerra, la tiranía, la esclavitud y los impuestos. La comunidad estaría mejor sin el estado.

El mejor argumento a favor del anarquismo es el siglo veinte. Un académico, R.J. Rummel, calcula que los estados en ese siglo asesinaron aproximadamente a 177 millones de sus propios ciudadanos y esa cifra no toma ni siquiera en cuenta a guerras internacionales. Es inconcebible que criminales privados pudiesen matar a tantos. Sería interesante saber cuanta riqueza ha sido confiscada y desperdiciada por estados.

¿Pero podría la sociedad existir sin el estado? ¿Es un mal necesario de la existencia humana? ¿Puede incluso ser algo positivo?

Aristóteles dijo que el hombre es un animal político pero su concepción de la comunidad, o "polis", era muy diferente de lo que es el estado moderno. El pensaba que la comunidad debería ser lo suficientemente pequeña como para que todos sus miembros pudiesen conocerse el uno al otro. ¿Suena como algún estado que conozcas?

San Agustin veía al estado, junto con la esclavitud, como una consecuencia del Pecado Original. Nunca podía ser una buena cosa pero era inevitable para el hombre pecaminoso. Mas nosotros podemos preguntar si eso es así realmente. En el tiempo de San Agustin, la esclavitud parecía ser un mal necesario de la vida social y un mundo sin esclavitud era difícil de imaginar. Nadie podía recordar, y pocos podían concebir, una economía sin esclavos.

¿Será posible que nosotros de igual manera hayamos asumido que el estado es inevitable, solamente porque estamos acostumbrados a él y difícilmente podemos imaginarnos un mundo sin él? Así como trabajos serviles, que alguna vez fueran realizados por los esclavos, son ahora repartidos diferentemente entre hombres libres, quizás, como los anarquistas argumentan, las funciones del estado podrían ser repartidas entre agencias voluntarias.

El filósofo del Renacimiento, Thomas Hobbes, pensaba que la anarquía - el "estado de la naturaleza" -, sería "una guerra de todos contra todos," haciendo que la vida humana sea "solitaria, pobre, fea, tosca y corta". Su solución fue el estado, el cual reprimiría los conflictos entre los hombres. El no anticipó que el estado mismo pudiese agravar los conflictos y hacer que el orden social sea mucho más miserable de lo que la anarquía jamás podría ser.

John Locke, casi contemporáneo de Hobbes, ofreció una alternativa más atractiva: el estado limitado, el cual tendría el poder de asegurar los derechos naturales del hombre pero que carecería del poder de violarlos. Mas tal estado nunca ha existido por un tiempo prolongado. Una vez que un monopolio del poder llega a existir, tiende a degenerarse hasta convertirse en una tiranía. Los anarquistas argumentan que esta decadencia es inevitable debido a que la tiranía es inherente a la naturaleza misma del estado.

Por extraño que parezca, el gran conservador, Edmund Burke, empezó su carrera con un panfleto anarquista, argumentando que el estado era destructivo de la sociedad humana, de la vida y de la libertad - por naturaleza e históricamente -. Más tarde, explicó que había querido que su argumento fuese una ironía pero muchos han dudado eso. Su argumento a favor de la anarquía fue demasiado poderoso, apasionado y convincente para ser una broma. Posteriormente, como político profesional, Burke parece haberse reconciliado con el estado, creyendo que por más sangrientos que hubiesen sido sus orígenes, podía ser amansado y civilizado, como en Europa, por "el espíritu de un caballero y el espíritu de la religión". Pero incluso mientras él escribía eso, el viejo orden que amaba se estaba ya deshaciendo.

Cualquiera que sea la verdad, los anarquistas tienen mucha razón de su lado. Y mucha historia.

10 de marzo de 2009

8 de marzo de 2009

Sobre policías, drogas y demás barbaridades.

El día sábado me asaltaron. Una vez más un puerco hijueputa se me lleva el celular. La diferencia es que esta vez quien me robó no fue un batracio de barrio, sino un policía. Eran como las 6 de la tarde, estábamos reunidos en un parque un gajo de panas tomando cerveza, mientras alado otros manes jugaban volley. Derrepente de la nada llegan 3 motos de pacos y nos dicen que no nos movamos.

- Prohibido libar en vía pública!
- Tranquilo maestro ya nos retiramos...
- A vers revísalos, estos tienen cara de mañosos.

Desafortunadamente, entre el gajo que estábamos sentados, a un par le encontraron algunos paquetes de triki y una muga con marihuana. No voy a montar la de sano. Me gusta chupar y de vez en cuando fumo hierba. Pistola no fumo para nada. Pero igual soy de los que creen que cada cual tiene derecho a hacer con su vida lo que le plazca.

- A vers, nadie se me mueve. Ahorita mismo los mando a toditos a cana.

Y así, después de un par de golpes, súplicas, negociaciones, amenazas, insultos y demás pasadera de tiempo, llegamos a un acuerdo. Ellos nos apoyaban dejándonos libres y nosotros les apoyamos con 5 celulares, 1 ipod, 1 reloj, la poca plata que era para pagar la jaba y obviamente las sustancias encontradas. Todos felices.

Haber pasado por esto una vez más, me hizo recordar lo asqueroso que es el estatismo.

Partamos del punto de que no hay crimen sin víctima. Yo debo ser castigado, si y solo si he agredido a alguien o amenacé con hacerlo. Lastimosamente vivimos en un mundo tan estúpido que la justicia no se basa en lo natural y/o racional, sino que se rige bajo una serie de normas carentes de sentido, simplemente porque en su momento fueron votadas por los burócratas de turno.

Lo sucedido el sábado es un ejemplo de ello. Mi único delito fue estar junto a gente que consume y poseía droga. Y, el único delito de esa gente fue consumir y poseer droga. ¿A quién se está haciendo daño con esto? ¿Por qué debe ser criminalizado? ¿La libertad individual no debería permitir que cada uno decida qué se mete y que no se mete en su cuerpo? Pero no, en algún momento a los legisladores se les ocurrió que consumir determinadas sustancias debería ser prohibido, castigado y perseguido. Y así fue.

Otro factor decisivo para que atropellos como este se den, es el monopolio de la fuerza por parte del Estado. Se supone y se nos ha hecho creer que el Estado, tiene el legítimo derecho del monopolio de la fuerza para defendernos del uso de la misma. ¿Un sinsentido verdad? Se nos dijo que los seres humanos somos como cavernícolas con garrote, que no nos medimos y usamos ese garrote para obtener lo que queremos, que somos violentos e irracionales. Entonces viene uno, el líder, y dice "para que ya nadie se caiga a garrotazos, yo me quedaré con todos los garrotes". ¿Se ha solucionado el problema? No! Se creó uno más grande. Ahora no son muchos cavernícolas con muchos garrotes pequeños, es un sólo cavernícola con los garrotes de todos. Ése cavernicola, ahora, es la autoridad, es el Estado.

Militares y policías son personas tan imbéciles como cualquiera de nosotros (y eso que igualarlos a nosotros ya es demasiado), con la simple diferencia de que ellos tienen el legítimo y único derecho de uso de la fuerza; es decir posesión y uso de armas, detenciones, cuarteles, etc, etc.

Entonces tenemos: la fuerza concentrada en manos de grupos estatales; y leyes, estatales mismo, que dicen lo que uno puede y no puede hacer. Es decir, el cavernicola con los garrotes quiere mandar, y nadie puede negarse a obedecer porque él tiene todos los garrotes. Él manda. Él tiene el control sobre los demás. Ese control se llama poder y el poder corrompe. Toda autoridad, todo monopolio, degenera en corrupción. Esto debería ser obvio.

¿Que pongamos policías honestos? Como si alguien pudiera ser honesto. Cada cual jala agua para su molino. Todos buscamos el propio beneficio. La diferencia está en que unos tienen uniforme y otros no. Que hay ejemplos de policías honestos, es verdad, también hay ejemplos de gente que no se quiere y entrega su vida por los demás. Pero ese no es el caso. ¿De qué me sirve un policía honesto si igual me va a llevar preso? El punto es que no existan tales disposiciones.

No hay que esperar a que el ser humano cambie, porque nunca va a cambiar. Hay que cambiar el sistema para que se pueda vivir en paz siendo como somos (idiotas!)

La única solución a todos estos problemas (que van desde abuso policial hasta los crimenes por la droga y mucha gente presa solo por consumir) son dos cosas:

1.- Eliminar el monopolio de la fuerza, es decir eliminar milicos y chapas por igual. No se trata de esperar a que existan buenos policías, se trata de eliminar a la policía. ¿Y la seguridad? Pues de eso se trata, hay que cambiar el sistema de seguridad estatal, por una seguridad privada, comunitaria, barrial, etc.

y 2.- Basar el sistema de justicia en el derecho natural. Es decir, mientras no se atente contra la libertad, vida ni propiedad de nadie, todos estamos en el pleno derecho de hacer lo que queramos. ¿Hasta fumar pistola? Sí, hasta fumar pistola! ¿o acaso los fumones te hacen algún daño cuando fuman su porquería? No basta con despenalizar o ir creando leguleyadas acerca de la droga. Hay que despenalizarla de raíz y punto. El consumo de droga debe ser responsabilidad de cada uno y por ende el uso, abuso, posesión y expendio de cualquier sustancia debería ser libre, porque no se está atentando contra nadie.

Así y solo así, evitaremos que la gente se destruya por estar consumiendo en condiciones inadecuadas. No se gastaría tantos recursos en una ridícula persecusión hacia las drogas. No habrían tantos presos por el simple hecho de comerciar libremente con sustancias prohibidas. No se coartaría la libertad de quienes deciden divertirse (o amargarse) con sustancias de por medio. No existirían casos de abuso por parte de gendarmes de la seguridad estatal y por supuesto no se me habrían robado mi celular.

1 de marzo de 2009

Libertarios Fisher-Price

libertario, -ria adj. Se aplica a la ideología o a la persona que defiende la libertad absoluta del individuo y la desaparición del Estado y las leyes / ácrata / anarquista.

Posteriormente y en varias ocasiones, se ha empleado el término "libertario" para designar, dentro del espectro político, toda actitud o corriente ideológica que se aproxime en sus ideas al anarquismo, y para catalogar a todo aquello que, siendo similar, no llega a declararse abiertamente anarquista o no busca serlo. Es decir, indica aquello que promueve las libertades de conciencia y asociación, la responsabilidad individual y la igualdad en derechos individuales y libertad en oportunidades materiales, ley voluntaria y economía voluntaria, o que en general asuma posturas antiautoritarias y descentralistas en múltiples aspectos de la vida humana (liberalismo libertario)

Fisher-Price es una compañía fabricante de juguetes. Está especializada en juguetes para niños menores de 5 años.
Como expresión local, se refiere a algo que no es verdadero, que es falso, incompleto, indefinido, vacío, etéreo, barato, copia, etc


Hoy entré a la página del Movimiento Libertario de Costa Rica (si no me equivoco) y me llamó la atención ver que tratan temas que los libertarios de Ecuador pareciera que evaden. Aunque solo ojeé un poco las categorías y sus artículos, pude ver temas como la unión entre personas del mismo sexo, salud sexual y reproductiva, cultura, migración, etc y no solo dinero, dinero y dinero como acá. Basta ver las dos páginas para darse cuenta de lo que digo: http://www.movimientolibertario.com/ y http://www.libertario.ec/

Al percatarme de esto, se me vino a la mente un artículo recontra viejo de Xavier Flores donde criticaba esta posición del ML ecuatoriano:

Me tomé la molestia de leer íntegra la ciberpágina del Movimiento Libertario y encontré muchas referencias que censuran la injerencia del Estado en la actividad económica de los individuos (en materia de impuestos, de regulación de contratos, de libertad de empresa), pero pocas referencias a la libertad individual (del tipo, “ningún gobierno, grupo organizado o persona puede violar los derechos fundamentales del individuo” o “los derechos individuales giran alrededor de tres conceptos: vida, propiedad y libres acuerdos entre los individuos”, para cuya suscripción es innecesaria la denominación de “libertario”) y ninguna propuesta específica, ninguna, en torno a cuestiones que sí conciernen a los auténticos libertarians, tales como la eutanasia, el matrimonio homosexual o el derecho al aborto. Jorge Hanníbal Zavala formuló esta observación en el artículo ‘¿Y dónde están… que no se ven?’, de su excelente ciberbitácora en la que criticó el silencio del Movimiento Libertario ante la presentación de las propuestas de la Conferencia Episcopal en la Comisión de Juristas del Conesup, porque él supone que los libertarios deben ser “personas convencidas de que las intromisiones del Estado en la vida social son inaceptables y deben ser combatidas” y porque “un ideal libertario afín con el objetivismo de Rand o coherente con Nozick no puede dejar de reconocer que la intervención de cualquier Iglesia en la legislación es poco menos que atentatoria contra la libre determinación, la libertad de conciencia y el respeto a la voluntad del vecino”, dicho lo cual, concluye Zavala: “Si la ideología del Movimiento Libertario guarda cualquier parecido con lo que el calificativo de libertario significa en el mundo, estarán de acuerdo con lo que afirmo y deberían tener el valor de decirlo. Si no, son un movimiento de derecha neoliberal para los cuales la libertad individual es sagrada excepto contra la opinión de la Conferencia Episcopal, en nada diferentes del PSC, por ejemplo, y deberían tener el valor de admitirlo”.

Estoy de acuerdo con esta observación, y aunque Danny Hayala ya lo aclaró (también hace mucho tiempo) en su blog, la crítica sigue en pie a mi parecer.

Entre todas las libertades personales que los libertarios defendemos (resumidas en el derecho de propiedad) y que destaqué en mi respuesta, se encuentran la de propiedad privada (los impuestos son una agresión directa a este derecho), la libertad a hacer con nuestros cuerpos lo que consideremos conveniente (sí, incluso abortar, experimentar con drogas o dar por terminada nuestra propia vida), libertad de transitar, libertad de sufragar o de no hacerlo sin esperar castigo por ello, libertad de conciencia y de elegir a nuestros guías espirituales/financieros/académicos/familiares o prescindir de ellos, la libertad de intercambiar propiedad (libre comercio), libertad de tratar o dejar de hacerlo con otros en forma pacífica (libre contratación y asociación), libertad de producir bienes y servicios (libre empresa), libertad para defenderse y contar con los medios para ello (a fin de cuentas el ejercicio del derecho a la vida y a portar armas para garantizar ese derecho), libertad de expresión (y por ende libertad de prensa y a no padecer censura o persecución por una opinión) aunque discrepemos con las ideas, libertad de culto o de no adherirse a ninguno.Así mismo defendía en mi carta el derecho de las personas a hacer con su cuerpo lo que ellas decidan aún cuando personalmente no estemos de acuerdo con esas decisiones, y el derecho de las personas a formar pareja con otra incluso de su mismo sexo. En fin, si es que debe existir un gobierno, éste sólo debe castigar las agresiones a la vida y la propiedad de las personas y no erigirse como rector moral, de nuevo, implica que el gobierno debe castigar las agresiones a la vida y la propiedad tanto si vienen de individuos, como de grupos de individuos o de un funcionario de gobierno, siendo generalmente el gobierno el primer perpetrador de crímenes contra las personas a través de impuestos, regulaciones, burocracias, monopolios legales, conscripción militar o diversos comportamientos obligatorios.

Yo me considero libertario, tengo muchos puntos en común con estos liberales libertarios, aunque no me terminan de convencer. No por lo que predican, sino al contrario por lo que practican. En wikipedia encontré esto.

Los "libertarianos", integrados muchas veces en la derecha, sin embargo se desmarcan del conservadurismo, puesto que esta tendencia política contradeciría los principios de libertad del individuo.

No obstante muchos conservadores, especialmente en Estados Unidos, sostienen en mayor o menor medida los postulados liberales en el aspecto económico y de reducción del poder estatal en beneficio del sector empresarial, juntándose en una coyuntura, a estos conservadores se les suele llamar liberal-conservadores. Coyunturalmente hablando, esta facción conservadora y reformista vinculada al liberalismo conservador, es la que se relaciona al denominado neoliberalismo. Sin embargo, y pesar de la asimilación de este sector, doctrinalmente libertarianismo y neoliberalismo no son sinónimos y en según otros sectores libertarianos, no conservadores ni reformistas, en muchos puntos deberían ser antagónicos por sus principios y orígenes.

Para mala fortuna nuestra, no ha sido solamente en Estados Unidos. Acá en Ecuador, los liberales libertarios también están ligados coyunturalmente a grupos de conservadores. En lo personal nunca he leído ni oído a ningún liberal (ni libertario ni mucho menos conservador), pronunciarse en algo que vaya más allá de la libertad económica. Lastimosamente, y por muy contradictorio que suene, quienes en Ecuador han salido a defender las libertades individuales son los grupos de progresistas, mientras que los liberales han brillado por su ausencia. Incluso en un par de ocasiones, mientras existía la campaña por el No Positivo a la nueva constitución, pude observar gente perteneciente al ML o ligados a ellos de alguna manera, vociferando frases homofóbicas, racistas, etnófobas y demás idioteces que se suponen van contra el razonamiento liberal.

En un artículo de Emilio Palacios, expone muy bien como la gente de izquierda, para no hacerle juego a la derecha sigue votando por el mismo caudillo de izquierda. Yo me adueño de un párrafo de dicho artículo y lo expongo a mi manera.

Los demás, la mayoría, siguen dudando, temerosos de “hacerle el juego” a otro. Delante suyo tienen a un caudillo que se ríe de ellos mismos y los utiliza; a un gobierno empañado por la corrupción e infiltrado por el narcotráfico, y aun así siguen aferrados a la basta de su pantalón.

Así que en las próximas elecciones volverán a lo mismo. Para no hacerle el juego a la derecha, les harán el juego… a María de los Ángeles Duarte y a Pierina Correa. ¡Por Dios, al menos Enríquez Gallo promulgó el Código del Trabajo y Abdalá Bucaram nos hacía reír!

En la otra cara de la moneda tenemos a quienes, para no hacerle juego a Correa, le hicieron, le hacen y le seguirán haciendo juego a grupos conservadores que van desde Guayaquil de Pie hasta el Movimiento Madera de Guerrero, que nada tienen que ver con el liberalismo que tanto predican.

Es por esto que aunque ideológicamente estemos muy cerca, pragmáticamente somos de otro barrio. Habría que averiguar quienes son los libertarios Fisher-Price. No se si son ellos quienes no están convencidos en sus ideales y son capaces de moldearlos según la coyuntura; talvez no creen en la libertad individual absoluta y su discurso es pura retórica, o talvez sí creen pero prefieren no decirlo para no perder el apoyo de los grupos aliados. O talvez soy yo el inmaduro, con ínfulas de radical y coherente, que escribiendo para mí mismo, no tengo idea de lo que es estrategia política.

Yo le apuesto a las dos.