Debido a que por mi último post en Pixel Negro ya recibí reacciones alteradas, revivo este post que data de hace más de un año. Por un lado una queridísima amiga, me reclama que cómo puedo desear filmar algo que degrade tanto a la mujer; y por otro un amigo se sorprende de que yo quiera grabar porno, puesto que alguna vez me vio leyendo libros de feminismo. Este texto es para aclarar que el porno no tiene nada contra la mujer, y que no todas las variantes de feminismos son iguales. El post fue escrito en agosto del 2009.
Vagando en el cyberespacio me encontré con
una notica algo vieja, pero que da mucho para hablar.
La Coordinadora de Mujeres del Cibao, en el norte dominicano, expresó hoy su indignación por el rodaje de una película pornográfica protagonizada por mujeres locales y haitianas, y consideró que constituye "una burla vulgar y un atentado a la dignidad" de la mujer.
La portavoz de la citada coordinadora, Yolanda Santana, resaltó que el rodaje es un atentado contra la sociedad dominicana, a la que pidió que se pronuncie y tome medidas en contra de este tipo de acciones "que implican también denigrar a las mujeres, niñas y adolescentes de este país", dijo.
Hasta qué límites llega la ridiculez de las llamadas feministas. Esta palabra engloba muchos puntos de vista y opiniones totalmente diferentes. Existen desde las feministas autoritarias de pensamiento único, hasta las anarcofeministas individualistas; y entre ambas posturas hay un gradiente con un sinnúmero de vertientes diferentes.
Lastimosamente la postura más visible y por lo general más conocida es la de las feministas autoritarias, fascistas, anti-hombres, ridículas y recentidas. Esta es la rama de las feministas que se opone tanto a los concursos de belleza como a la pornografía, como a todo lo que ellas consideren machista y patriarcal. En el blog
Conciencia Feminista existen muchos textos anti-porno, de donde saco los siguientes párrafos:
La pornografía heterosexual comercializada en masa contemporánea (el grueso del mercado del material sexualmente explícito) es un lugar donde se crea y distribuye un significado particular del sexo y el género. El mensaje ideológico central de la pornografía no es difícil de discernir: las mujeres existen para dar placer sexual a los hombres, independientemente de la forma en que los hombres quieran ese placer, sin importar qué consecuencias tenga para las mujeres. No es sólo que las mujeres existan para el sexo, sino que existen para el sexo que quieren los hombres.
A pesar de las afirmaciones naif (o poco sinceras) de que la pornografía es un vehículo para la liberación sexual de la mujer, el grueso de la pornografía comercializada en masa es increíblemente sexista. Desde el feo lenguaje que se utiliza para describir a las mujeres, hasta las posturas de subordinación, hasta las propias prácticas sexuales: la pornografía es implacablemente misógina. A medida que la industria “madura” el género más popular de películas, llamadas “gonzo”, continúa rebasando los límites de degradación y crueldad hacia las mujeres.
Sinceramente creo que quien escribió eso está demente, o sólo a visto un tipo de porno, o es recentida, o algo le hace falta jaja. Pero vámonos por el lado ideológico: si alguien decide grabar un video y contrata a unos actores, no hay ningún problema. Los actores acuden libre y voluntariamente, porque consideran que la remuneración personal, monetaria, de fama o lo que sea, es buena y vale la pena. Ahora, si los actores son actores porno y sus actuaciones son tener sexo con otros actores, cuál es la diferencia. Ninguna. Eso se llama libertad. Las mujeres que trabajan en la industria pornográfica lo hacen libre y voluntariamente. ¿Dónde está el problema? Para suerte nuestra, las feminazis han pensado en todo y el el FAQ de
Stop Porn Culture, tienen una respuesta para todos mis argumentos. Veamos:
(voy a tratar de traducir los textos en inglés, pero no creo que sea tan buen traductor)¿Cómo podemos criticar la pornografía cuando las mujeres que la realizan eligieron estar involucradas?
StopPornCulture! no condena a las mujeres que trabajan en la industria; nosotros apoyamos a todas las mujeres y reconocemos el contexto cultural en el que toman sus decisiones. Reconocemos que muchas mujeres están bajo una variedad de problemas económicos y tienen pocas opciones. Estudios sugieren que un porcentaje desproporcionado de las mujeres envueltas en la industria del sexo, fueron abusadas sexualmente cuando niñas, lo cual tiende a encaminar a las mujeres a que vean como su principal función, el dar de placer sexual a los hombres. Nosotras criticamos la industria que explota a estas mujeres, no a las mujeres en sí mismas.
Interesante. Mucho más interesante recordando que "las industrias" no existen. Existen los individuos. Existe un productor que contrata a un director para hacer una película. Existe el encargado de producción que contrata al personal: iluminador, camarógrafo, script, best boy y por supuesto las estrellas porno. Existen muchísimos individuos que se dedican a la comercialización del producto terminado, y eso se debe a que existen muchísimos más individuos que compran aquel producto. ¿Contra quién se oponen? ¿Quiénes son la industria? ¿El director es la industria? ¿Si me pagan por editar una porno, soy parte de la industria? ¿Se oponen a la explotación sexual? ¿Se oponen a las empresas que las producen? ¿Y si dentro de las empresas que las producen, entre los altos cargos administrativos, existen productoras mujeres? ¿Ellas son explotadoras o explotadas también? ¿Se oponen a toda la gente que consume pornografía? En fin, terminé más confundido de lo que estaba, ahora no se ni a qué se oponen. Sólo se que no les gusta el porno y quieren prohibirlo.
Sobre el argumento de que la mayoría de actrices porno solamente eligieron ese trabajo
(porque sí, es un trabajo igual que cualquier otro) por necesidad económica, por falta de alternativas o porque fueron abusadas de niñas
(¡¡¡¿¿¿???!!!) pues deberíamos preguntarle a una actriz porno. No creo que las cosas necesariamente tengan que ser así. En una
entrevista,
Alektra Blue explica cómo se hizo actriz porno.
"Me contó cuánto dinero masomenos podría hacer
(refiriéndose a Taryn Thomas, su amiga personal que también es actriz porno) y era bastante dinero. Le pregunté a mi mamá y ella dijo
"seguro, inténtalo y si no te gusta puedes regresar." Así que me di una oportunidad. No estaba segura si me gustaría. Pensaba que estaría de regreso en dos días pero terminé quedándome por un buen tiempo.
Empecé a conocer gente y realmente todos son muy amables. Fue mucho más fácil de lo que yo pensaba. (risas) El dinero era bastante bueno así que supongo que por eso me he quedado por ahí."
Nunca dice que abusaron de ella. Nunca dice desde una visión lastimera que no tenía más oportunidades y por eso lo hizo; de hecho ella y Taryn trabajaban en un call center antes de ser pornstars. Nadie la obligó, nadie la amenazó, incluso contó con el apoyo de su madre. ¿Dónde está la explotación de la que la quieren salvar?
¿Existe quienes lo hacen por necesidad? Pues sí, supongo. Al igual que hay muchas mujeres que se hacen secretarias, costureras, astronautas, cocineras, físicas cuánticas, o lo que sea por necesidad y nadie anda reclamando. Todos los que trabajan lo hacen de alguna u otra manera por necesidad.
Pero la visión anti-porno es tan cerrada como la moral de los cristianos. De hecho parecería que las feministas anti-porno y los políticos del ala conservadora fueran del mismo bando. Aún así, las feministas se consideran de izquierda y se defienden:
¿Al criticar la pornografía, las feministas no terminarán sumándose al al ala derecha (entiéndase conservadora) de la política?
Decir la verdad sobre la explotación y abuso contra la mujer no es apoyar ningún movimiento político que quiera restringir los derechos de las mujeres e inmovilizar la habilidad de la cultura de moverse hacia una mejor salud sexual. Decir la verdad sobre la pornografía es ponerle un nombre a un sistema de opresión, que causa daño a la mujer y a nuestra sociedad.
En 1983, las abogadas Andrea Dworkin y Catharine MacKinnon elaboraron una ordenanza anti-pornográfica por encargo del consejo de la ciudad de Minneapolis, en Estados Unidos. La ordenanza no prohibía la pornografía, pues Dworkin y MacKinnon pensaban que ello sería contraproductivo, haciendo de la pornografía un negocio ilegal, excento de las regulaciones oficiales, y así causaría aún más daño.
Sin embargo, abría la posibilidad de que cualquier mujer que, al consumir material pornográfico, se sintiera afectada en sus derechos demandara a los responsables. Por suerte esta ordenanza fue declarada inconstitucional por la Corte Suprema de ese país. Según la Corte, la ordenanza infringía el derecho constitucional a la libre expresión.
Por suerte. Ninguna ley que venga de Andrea Dworkin podría ser buena. Recordemos que ella es una de las feminazis más representativas del movimiento anti-hombre. A mi parecer sus teorías son maliciosas, ridículas y muy primitivas. No he leído todo lo que ha escrito obviamente, pero en lo poco que he leído es así y repite incansablemente su primitivez. Para muestra basta un botón:
"La pornografía revela que el placer sexual en los hombres, está indisolublemente atado a victimizar, herir, explotar, que la diversión y la pasión sexual en la privacidad de la imaginación del hombre es inseparable de la brutalidad de su historia. El mundo privado de dominación sexual que los hombres demandan como su derecho y su libertad, es la imagen reflejada del mundo público de sadismo y atrocidad que el hombre consistentemente y con aires de superioridad moral deplora. Es en la experiencia del placer del hombre, que se encuentra el significado de la historia del hombre."
Realmente enfermizo. Ahora entiendo qué fue lo que inspiró a Camille Paglia a que en una entrevista para PlayBoy pidiera: "¡Acabemos ya con el feminismo enfermante, con su corte de enfermeras del estómago, anoréxicas, bulímicas, depresivas, víctimas de violación y sobrevivientes de incestos!", petición que completó con una apología de la pornografía porque "permite que el cuerpo viva el absolutismo lujurioso de la carne en forma desordenada."
¡Esa frase me gustó! Ella si me cayó bien. Y también se consideraba feminista. Este es el otro lado del feminismo. Donde entran todas aquellas que se consideran feministas pero comparten ideas con el individualismo, liberalismo, anarquismo, y otros ismos que ponen a la libertad individual como base.
De esta vertiente citaré a Wendy McElroy, feminista, individualista y anarquista de mercado. Una de las mentes que hace que la palabra feminismo vuelva a ser respetada. Sobre el tema de la pornografía, ella distingue 3 clases de feminismos. El primero es el feminismo intolerante y autoritario: se oponen a la pornografía y buscan prohibirla, a travez de leyes estatales o de métodos de acción directa. El segundo es el feminismo respetuoso: también consideran que la pornografía es degratante y todo eso; pero están conscientes de que no pueden prohibirla ni atentar contra la individualidad ajena. El tercero es el feminismo pro-porno: no sólo que no se opone, sino que está de acuerdo con la pornografía, considera que es buena, útil y necesaria. Ella es la mamá de esta corriente de "mujeres pornografistas".
En un texto, McElroy analiza y contesta a las posturas anti-porno:
"La pornografía es degradante para la mujer."
Degradante es un término subjetivo. Encuentro muy degradante ciertos comerciales en los cuales las mujeres se vuelven orgásmicas con productos jabonosos. El punto final es que cada mujer tiene el derecho de definir qué es degradante o liberador para ella misma. Esta degradación asumida es comúnmente anexada a la "obetificación" de la mujer: eso es, el porno convierte a las mueres en objetvos sexuales. ¿Qué significa esto? Si lo tomamos literalmente, no significa nada porque los objetos no tiene sexualidad, solo los seres la tienen. Pero decir que el porno retrara a la mujer como "seres sexuales" queda muy pobre en retórica.
Usualmente el término "objeto sexual" significa mostrar a la mujer como partes del cuerpo, reduciéndola a objetos físicos. ¿Qué hay de malo con esto? Las mujeres son tanto su cuerpo, como su mente como su alma. Nadie reclama si presentas a una mujer como solo "cerebro" o como un ser espiritual. Si yo solamente me concentro en el sentido de humor de una mujer y excluyo sus otras características ¿es degradante? ¿Por qué entonces, sí lo es enfocarse en su sexualidad?
"La pornografía conlleva a la violencia contra la mujer."
Una relación de causa y efecto es dibujada entre los hombres viendo porno y hombres atacando a las mujeres, especialmente como violación. Pero estudios y expertos están en desacuerdo de si existe alguna relación entre la pornografía y la violencia, entre la imagen y el comportamiento. (...) En Japón donde la pornografía de gráfica y brutal violencia es bastante adsequible, las violaciones per cápita son mucho más bajas que en Estados Unidos, donde el porno violento es restringido.
"La pornografía es violencia porque las mujeres están sometidas bajo coerción."
Ninguna de las mujeres envueltas en la pornografía con las que hablé reportó estar bajo coerción. Ninguna siquiera conocía a alguna que lo estuviere. De cualquier modo, no menosprecio los reportes de violencia: toda industria tiene sus abusos. Y cualquiera que use la fuerza o trate de hacer que una mujer actúe debería ser enjuiciado por secuestro, asalto y/o violación. Cualquier imagen o film debería ser confiscado y quemado, porque nadie tiene el derecho de beneficiarse del procedimiento de un crimen.
"La pornografía es violencia porque las mujeres que posan para pornos, están tan traumatizadas por el patriarcado que no pueden tener un concentimiento real."
Aunque las mujeres en la pornografía parezcan estar de acuerdo, las feministas anti-porno saben que ninguna mujer sicológicamente sana, estaría de acuerdo con la degradación de la pornografía. Entonces, si la mujer pareciera estar de acuerdo, es porque "se ha enamorado de su propio opresor" y debe ser rescatada de ella misma. Una característica común entre las actrices porno que pude entrevistar, es el amor por el exhibirse. Ahora, si alguna mujer declara que disfruta al enseñar su cuerpo, las feministas anti-pornografía dirán que ella no es un ser humano único que reacciona a un perfil o personalidad diferente. Ella está sicológicamente mal y no es responsable de sus actos.
En escencia, esta es una negación al derecho de las mujeres a elegir cualquier cosa fuera del estrecho corredor de ser política y sexualmente correcto. El derecho a elegir, implica el derecho a hacer una "mala" elección, al igual que la libertad de religión deja el derecho a ser ateo. Al final de cuentas, nadie podrá prevenir que una mujer haga lo que ella piensa debe hacer.
Como una feminista pro-sexo, yo declaro: la pornografía beneficia a la mujer, personal y políticamente.
De este mismo modo, existen varias tendencias tanto feministas como de la pornografía, y en muchas ocasiones ambas se juntas.
Girls who like Porn, es un colectivo audiovisual de mujeres que empezaron a hacer pornografía alternativa. Como este existen
muchos alrededor del mundo. Existen muchas tendencias, pues al igual que el cine no es sólo Hollywood, el porno no es solo San Fernando Valley. Para gustos hay
de todo. Recuerdo hace algunos años en un foro conversaba con
Silpivipiapa (vocalista de El Último Resorte) y me decía que quería que alguien haga pornografía diferente, que estaba harta de ver lo mismo y lo mismo, y que estaban haciendo talleres de pornografía HTM. Pues ahora es reconocido:
Erika Lust es una directora de cine porno y periodista, que ha sido premiada por sus innovaciones en el cine erótico. En
una entrevista declara:
"Las mujeres no tenemos cultura pornográfica. Para nosotras es un concepto sucio, sólo para hombres, bastante feo a nivel estético… todo el concepto tiene connotaciones oscuras de alguna manera. Creo que hay muy pocas mujeres que ven el porno como algo positivo."
Así pues, volviendo a las teorías de Wendy McElroy: la pornografía permite que las mujeres disfruten escenas y situaciones que podrían ser desagrabables para ellas en la vida real. La pornografía rompe los estereotipos culturales y políticos, haciendo que pueda tener sexo consigo misma. Los valores tradicionales le dicen a la mujer que se aguante sus deseos y apetitos, la pornografía les dice que los acepte y disfrute.
La pornografía es una buena terapia. La pornografía es libertad de expresión aplicada a la realidad sexual. La pornografía, al igual que todas las demás herejías sexuales, deberían contar con la misma protección legal que las herejías políticas. Legitimizar la pornografía, daría protección a las trabajadoras sexuales que están siendo estigmatizadas en nuestra sociedad.
Así que invito a todas las feministas anti-porno que visitan este blog, a que dejen de sentirse culpables y empiecen a disfrutarlo.