10 de julio de 2009

Si no te gusta, mejóralo.

“¿Cuál es la diferencia entre un hombre y un parásito? un hombre construye, un parásito pregunta ‘”¿dónde está mi parte?” Un hombre crea, un parásito dice “¿qué van a pensar los vecinos?” Un hombre inventa, un parásito dice “cuidado o puede ser que tropiece con los pies de Dios…”.

“Gregory, no venga gimoteando a mí por las fuerzas del mercado. Y no espere verme castigando ciudadanos que demuestran un mínimo de iniciativa. Si no le gusta lo que Fountaine está haciendo, bien, yo le sugiero a usted que encuentre la manera de ofrecer un mejor producto”.

diálogo del videojuego BioShock*

Esa es la base de toda acción humana en libertad. Ese es el principio fundamental del proceso creativo, de salir adelante, de los emprendedores, de los hombres no de los parásitos. Lastimosamente en nuestra sociedad estatista y atrasapueblo es algo que cuesta entender.

Aquí la mentalidad predominante es sufrir por lo que hace el vecino y quejarse porque no lo hace como "debería". Cuando no es su partido todos se creen directores técnicos. Justamente por eso es que la mano negra del Estado es tan bienvenida. En una sociedad de mentes libres, al primer intento de sofocarnos con sus regulaciones se le cortaría la viada.

Pero no, aquí el uno se cree nuestro papá y el otro nuestra niñera. Uno nos dice de qué color pintar nuestra casa, el otro nos dice qué podemos y que no podemos ver en televisión. Uno no nos deja oír música en la buseta, el otro nos quiso obligar a lavar nuestras terrazas. Uno prohíbe fumar en lugares cerrados, el otro no me deja ser taxi amigo. Y etcétera, etcétera, etcétera. En general el Estado (local o central, igual Estado son) interfiere en nuestras vidas, aplasta toda iniciativa y encima hay quienes aplauden.

La solución a todos, sí todos, los problemas es crear. Si no te gusta un servicio mejóralo. Si te molesta algo, crea algo mejor. Ofrece un mejor producto. Si no puedes, entonces almenos deja en paz a quien te está ofreciendo el suyo. Quejarse de los malos servicios es normal. Quejarse en demasía es de sufridores. Ir lloriqueando a la oficina del burócrata mas cercano, a decirle cómo te gustaría a ti que sean los servicios privados, es de cobardes. Pero imponer un modo de vida a toda una sociedad, es de fascistas.

Si los servicios son estatales, el ciudadano tiene todo el derecho a reclamar pues es nuestro dinero el que está siendo usado ahí. Pero con los servicios privados, es un contrato directo, libre y voluntario entre quien presta el servicio y el consumidor. La burocracia no tiene nada que tocar en ese asunto. Puedes quejarte, puedes reclamar, puedes lloriquear, puedes dejar de consumir, puedes hacer contra-publicidad de ese servicio, puedes mejorar el servicio, puedes poner una empresa competidora, ser mejor y sacarlo del mercado; pero no puedes interferir prohibiendo. Porque eso es violentar su derecho a la libertad. Y nadie, nadie tiene derecho a coartar la libertad de un inocente.

Es verdad que no vivimos siquiera cerca de alguna forma de libre mercado real, y que no es fácil empezar un negocio o una empresa. Pero eso es, justamente debido a la intervención estatal. Espero que se entienda que lo que se le debe pedir al Estado es más libertad para crear, no más fuerza para oprimir.

"Esa es la naturaleza de la creatividad, el hombre no puede sobrevivir si no es a través de su mente. Llega al mundo desarmado, su cerebro es su única arma. Pero la mente es un atributo del individuo, es inconcebible que exista un cerebro colectivo. El hombre que piensa debe pensar y actuar por sí solo. La mente razonadora no puede funcionar bajo ninguna forma de coacción, no puede estar subordinada a las necesidades, opiniones o deseos de los demás, no puede ser objeto de sacrificio".

"El creador se mantiene firme en sus convicciones, el parásito sigue las opiniones de los demás. El creador piensa, el parásito copia. El creador produce, el parásito saquea. El interés del creador es la conquista de la naturaleza, el interés del parásito es la conquista del hombre. El creador requiere independencia, ni sirve ni gobierna, trata a los hombres con intercambio libre y elección voluntaria; el parásito busca poder, desea atar a todos los hombres para que actúen juntos y se esclavicen. El parásito afirma que el hombre es sólo una herramienta para ser utilizada, que ha de pensar como sus semejantes y actuar como ellos y vivir la servidumbre de la necesidad colectiva prescindiendo de la suya".

diálogo de The Fountainhead (la película)*

*The Fountainhead es originalmente una novela de Ayn Rand, que luego fue llevada al cine.
*BioShock, es un videojuego que al parecer toma como base al objetivismo.

1 comentario:

F dijo...

No opiné nada porque estoy de acuerdo. ;)