30 de mayo de 2011

Libertarianismo en una sola frase

traducción de Daniel Duarte (del blog Orden Voluntario)

David Bergland ofreció una vez el Libertarianismo en una lección. Me gustaría ofrecer el libertarianismo en una sola frase. La formulación más concisa del libertarianismo que se me ocurre es la siguiente:
Otras personas no son tu propiedad. En otras palabras: no son tuyos para que les mandes. Sus vidas no son tuyas para microgestionarlas. Los frutos de sus trabajos no son tuyos para disponerlos. No importa lo inteligente o maravilloso o útil que sería lo que sea que quieras que otras personas hagan. No es asunto tuyo si usan cinturones de seguridad, rinden culto al dios correcto, tienen relaciones sexuales con las personas equivocadas, o participan en transacciones de mercado que te irritan. Sus opciones no son tuyas para dirigirlas. Son seres humanos como tú, tus iguales bajo la ley natural. No posees autoridad legítima alguna sobre ellos. Mientras ellos no crucen la línea y empiecen a tratar a otras personas como supropiedad, no tienes ningún fundamento moral para iniciar la violencia contra ellos, ni para autorizar a cualquier otra persona que lo haga en tu nombre. El principio básico de las relaciones sociales civilizadas fue enunciado en 1646 por Richard Overton :

Para cada individuo en la naturaleza es dada una propiedad individual, por naturaleza, a no ser invadido o usurpado por nadie. Para cada uno, como él mismo es, tiene una propiedad de sí mismo, de lo contrario no podría ser él mismo, y de esto ninguna persona puede pretender privar a alguien sin violación manifiesta y afrenta a los principios mismos de la naturaleza y de las normas de equidad y justicia entre hombre y hombre…. Ningún hombre tiene poder sobre mis derechos y libertades, y yo sobre las de ningún hombre. Puedo ser un individuo, disfrutar de mí mismo y mi auto-propiedad y puedo hablar en nombre de nadie más que de mí mismo, o presumir no más que de eso; si lo hago, soy un usurpador y un invasor al derecho de otro hombre …. todo hombre, por naturaleza, siendo rey, sacerdote y profeta en su propio circuito natural y compás, de los cuales no pueden otra persona participar sino por delegación, comisión, y el consentimiento libre suyo, cuyo natural derecho y libertad es.
Tampoco es este requisito dispensado meramente porque casualmente eres un oficial de la policía, o un legislador electo, o un miembro de la mayoría de los ciudadanos que emiten su voto. Como Voltairine de Cleyre señaló en 1890:
[Un] cuerpo de votantes no puede encargarte ningún derecho sino sus propios; por ningún malabarismo posible de la lógica pueden delegar el ejercicio de cualquier función que ellos mismos no controlan. Si cualquier persona en la tierra tiene derecho a delegar sus poderes a quien él elija, entonces cualquier otro individuo tiene igual derecho; y si cada uno tiene el mismo derecho, entonces nadie puede elegir a un agente por otra persona, sin el consentimiento de esa otra persona. Por lo tanto, si el poder del gobierno reside en el pueblo todo, y de ese todo, todos menos uno te eligió como su agente, todavía no tendrías autoridad alguna para actuar en nombre de ese uno. Los individuos que forman la minoría que no te nombró a un cargo tienen exactamente los mismos derechos y poderes que aquellos que componen la mayoría que sí lo hizo; y si ellos prefieren no delegarlos en absoluto, entonces ni usted, ni nadie, tiene autoridad alguna para obligar a ellos que te acepten a vos, o cualquiera, como su agente…
Sugiero que la frase “Otras personas no son tu propiedad” y sus variantes, pueda ser una herramienta más útil de debate intelectual que algunos de los slogans que usamos con mayor frecuencia. ¿Por qué no responder a cada nueva propuesta de obligar a la gente a hacer esto o aquello con la protesta “pero no te pertenecen “, “Pero no son tu propiedad”? Al menos esto reduciría la cuestión a su esencia.

5 de mayo de 2011

Sobre Víctor Vizcaíno y la libertad de putear.

Hay que dejar algo claro: este blog es propiedad privada de Google Inc. quienes me lo prestan para que yo escriba. Las únicas normas que debo cumplir son las de Google Inc. o caso contrario me cierran el blog. Si no me gustan las reglas de Blogger/Google me debería cambiar de proveedor. Si aún escribo aquí es porque estoy de acuerdo y porque ellos también. Mientras cumpla con sus condiciones puedo hacer lo que yo quiera. Mientras cumpla con sus condiciones este blog, por traspaso, me pertenece; aquí mando yo, aquí se hace lo que yo diga y yo puteo si se me viene en gana. Ahora que estamos claros, vamos a lo importante:

El día martes 3 de mayo, el bloggero Víctor Vizcaíno fue apresado luego de que el pasado 19 de abril se dictara una orden de detención con fines investigativos, ya que se lo acusa de de haber ofendido al Fiscal General de la Nación, Washington Pesántez en su página web La Plegaria de un Pagano. Luego fue trasladado a Quito, y afortunadamente el día de ayer, miércoles 4 de mayo fue puesto en libertad, aunque su juicio continúa.

El señor Víctor Vizcaíno no es santo de mi devoción; de hecho ya mucho estoy haciendo al llamarlo señor, en realidad creo que es una de las peores lacras con las que me he sentado a compartir una cerveza en toda mi vida. Víctor fue troll de este blog por mucho tiempo, tanto así que un día decidió borrar todo rastro de su paso por aquí, para luego atacar como anónimo (él es una de las razones de que esta página tenga moderación de comentarios ).

Políticamente Víctor es una ensalada de mierda: se dice libertario, pero acepta que es de derecha, anda con conservadores, aunque le dan ataques satanistas, pero fue consagrado a la Vírgen Dolorosa y está afiliado al partido Social-Cristiano. Defensor de Febres-Cordero, y de Nebot a muerte, en varias ocasiones nos insultó y trató de desmerecer el trabajo que hicimos con nuestro documental. Él fue uno de los principales en correr el rumor de que habíamos sidos pagados por Alianza País, y que en verdad éramos "comunistas". En resumen es un minarquista, mercantilista y neoconservador (que no es nada malo per se por si acaso), solamente que su ignorancia ideológica no lo deja entender el flujo de las ideas políticas.

Víctor es una de esas personas que se dedican a joder al resto porque andan faltas de sexo. Regionalista, homofóbico, odiador a muerte de todo aquel que no piense como él. Es el típico caso de alguien que no abrazaron lo suficiente de chiquito y creció enfermo. Todos sus blogs son un asco, cada uno es más feo que el otro y en cada uno escribe más porquerías que en el otro. Tiene un trauma con montar la cara de políticos en fotos porno, y dibujar a funcionarios con penes en las manos. Casi todo lo que escribe es basura. Varias veces comentó en Guayaquil Insumiso, amenazándonos pero cuando nos vio en la calle se cruzó la vereda. Es del tipo de personas que junto a Margarita Arosemena y la gente de Guayaquil de Pie, le gritaban "longos comunistas! regrésate a sembrar papas!" a quienes se manifestaban contrarios a su plantón en la San Francisco y luego me acusaban de etarra por tener apellido vasco.

No soy de los que insultan gente, mucho menos de los que se toman la molestia de escribir un post tan pendejo como este, pero este esperpento lo vale. Lo que ha sucedido con esta rata, carcoma de guerrero, es realmente inaudito: el gobierno apresando a una persona por escribir en su blog personal. Eso no se puede permitir. Víctor Vizcaíno puede que sea una de las mayores vergüenzas de esta ciudad, y un caso idóneo de cómo la falta de vitaminas en la alimentación causan estragos a largo plazo; pero aún así tiene derecho a expresarse. Así como en este, mi blog, mando yo. En La Plegaria de un Cojudo Pagano, su blog, manda él.

No es admisible de ninguna forma, que el fiscal aprese a una persona por escribir en su bitácora de internet (en caso de que sea verdaderamente él y no una suplantación de identidad cybernética). Por más insultos y estupideces que escriba. No existe tal cosa como "derecho a la honra". La honra es lo que alguien piense de ti, y si piensa que eres un desperdicio de ser humano, pues tiene todo el derecho de decirlo, especialmente dentro de su propiedad privada.

Lo que ha pasado con Víctor es aterrador, pues marca un precedente de lo que es capaz de hacer el gobierno. Hasta en la calle, mientras no te peguen tú no pegas, solamente el inicio de una agresión física justifica el uso (proporcional) de la fuerza. Si te pegan un puñete, pegarás un par para que se quede quieto y listo; no lo ciernes a bala. Son los matones y los primitivos quienes inician la agresión, y quienes usan la fuerza de forma desproporcionada. A Víctor lo detuvieron en plena calle, en una luz roja, policías vestidos de civil que lo estaban siguiendo; lo detuvieron y lo llevaron a la PJ, lo incomunicaron y luego lo trasladaron a Quito. Eso se hace con un criminal de alta peligrosidad, con un capo de la mafia; no con un bloggero que no lo lee ni la madre. Nadie que abogue por la libertad estará nunca de acuerdo con este tipo de atropellos. No es por el traga verga tapiñado de Víctor Vizcaíno sino por nuestra propia seguridad; quienes queremos vivir en libertad deberíamos mandar a la verga a ese fiscal hijueputa y a su banda de mafiosos violadores de los derechos humanos. Esto se pasó de la raya.