29 de septiembre de 2009

Breves reflexiones de la política nacional

  • Unos años atrás, la izquierda se organizó para llevar a un individuo al poder.
  • Ese individuo se decía de la nueva izquierda y llegó a jurar que sacaría a la vieja izquierda enclaustrada en la educación.
  • Luego, la derecha se empecinó en acusarlo de falso e hipócrita al no enfrentarse con aquella vieja izquierda.
  • Hace poco, por fin trata de poner orden en algo que ha estado burocratizado por años en manos de seres primitivos pero agremiados.
  • Ahora aquel partido salta, y se niegan a la evaluación de los docentes, argumentando una supuesta persecusión política.
  • Los estudiantes, agremiados también, que han reclamado y defendido su derecho a una educación gratuita y de calidad por años; misteriosamente apoyan la negativa de los profesores y se unen a las protestas contra el gobierno.
  • La prensa de derecha, sin mayor cosa que argumentar, se agarra de las protestas para tratar de hacer ver mal al gobierno.
Así es la política ecuatoriana (y supongo que la de todos lados también) un verdadero circo. Una sarta de puercos seudo representantes, aferrándose a lo que sea con tal de lograr su objetivo.

Ahora el MPD, acusa al gobierno de coartar la libertad de expresión y sale en defensa de TeleAmazonas. Ahora en 24Horas, ya no son revoltosos tira-piedras, sino inocentes estudiantes reprimidos violentamente por la policía.

¿Cómo es posible que los representantes de la FEUE y de la FESE, apoyen la caretuqués de la UNE? Si piden educación estatal de calidad, cómo es posible que apoyen a un conglomerado de trogloditas, que se niegan a ser evaluados y mejorar.

Jamás estaré de acuerdo con la represión policial que ejerce este y todos los gobiernos (sí todos, incluso ese que tanto admiras). Pero tampoco soy de aquellos que con tal de hacer quedar mal al régimen se valen de cualquier escusa estúpida. Para mí, lo que respecta a educación, es lo único que el gobierno está haciendo bien y por eso defender al MPD es la peor de las escusas.

18 de septiembre de 2009

La prensa "independiente"

Hace unas semanas Gabriela Calderón, acérrima opositora del régimen actual, escribía sobre las intenciones del gobierno central de controlar todas las instituciones de poder y de cómo, poco a poco ha ido apoderándose una por una. Afirmaba que hay un sector al cual el régimen no ha podido ganarse y tampoco convencer con su administración. Se refería a la prensa, a la cual ella le agrega el membrete de "independiente".

Me surge un cuestionamiento: ¿es acaso la prensa realmente independiente? ¿Qué significa esto de ser independiente? Y por supuesto ¿independiente de quién o qué? Para empezar debemos dejar más que claro que la prensa pública (estatal) no tiene un carácter independiente; está sometida a los directivos que a su vez reciben órdenes del Estado. Pero ese no es el tema a tratar.

Veamos qué tan independiente es la prensa privada que en su largo trayecto a hecho alianza con gobiernos de turno, políticos y sobre todo con grupos financieros; así que hacer un remember no nos vendría mal.

Muchos recordarán cuando los canales privados lanzaron toda su cobertura mediática en las pomposas marchas organizadas por el Municipio, y no debemos olvidar los tendenciosos comentarios de los periodistas a favor del cabildo porteño. Pero jamás tan tendenciosos como los editoriales que inclinan su balanza hacia ciertas administraciones por la cual sienten simpatía. O simplemente cuando defienden a raja tabla a ciertos grupos cercanos a sus círculos.

Un medio de comunicación en manos de un banquero, un empresario, un político, el gobierno o la burocracia ¿qué similitudes pueden tener? En que tanto uno como otro defienden sus intereses y cuando digo intereses me refiero a los privilegios obtenidos, a su bienestar y a los de su clase. Y qué mejor tribuna para defender sus intereses que los medios de comunicación que tienen la capacidad de construír el imaginario social además de ideologizar.

Básicamente la prensa no puede ser independiente cuando está sometida a las desiciones de grupos financieros y externos que deciden qué se publica y qué no. ¿Qué tan libre es un medio que no permite nombrar a sus colaboradores a ciertos políticos o compañías en acciones dudosas y cuestionables, porque perderían financiamiento o simplemente porque el dueño pertenece a determinado grupo social?

El artículo de Gabriela Calderón decía algo real: el actual gobierno tiene intenciones de controlar todo el aparato comunicacional. Pero se equivoca en dos aspectos: 1.- La prensa de consumo masivo no tiene ni un pelo de independiente. Está ligada a grupos de poder político y financiero. 2.- La prensa no tiene la mínima intención de defender ni la libertad ni a la gente (porque nunca lo ha hecho). La prensa es actualmente la trinchera de grupos de las altas esferas que han perdido el poder político y quieren recuperarlo como sea, incluso mintiendo.

Gabriela Calderón es un ejemplar de aquellos. Yo a ella la llamaría un buen perro con bozal de oro. Es de aquella gente que conoce la verdad pero prefieren callarla; tanto por defender intereses como por miedo. Así que ese cuento de prensa independiente ni ella misma se lo cree. A otro perro con ese hueso.