17 de febrero de 2008

La semilla de la resistencia

Después de la Guerra Fría y de la caída del Muro de Berlín se pensaba que era el fin de las luchas sociales y del conjunto de los gobiernos mas autoritarios y despóticos de la época. Como también se pensaba que era el principio de un nuevo orden social conocido como globalización del neoliberalismo que busca conquistar países productores para abaratar costos a nivel de empresa y maximizar ganancias y expandirse. Todos estos sucesos que se suscitan a finales de los 80 y principios de los 90 dejan un mal sabor de boca a todxs lxs que apostaban por un mundo mas justo y equitativo, o que creían incluso que el socialismo de estado centralizador y totalitario era la única alternativa de entonces para combatir el capitalismo salvaje. Para entonces las teoría de Francis Fukuyama parecían tener razón, el socialismo había caído y la gran parte de la economía mundial estaba en manos de los estados unidos y al parecer no había ninguna fuerza social o corriente que pudiera contrarrestar esta ofensiva.

Sin embargo, mientras en algunos lugares de Europa el fantasma del anarquismo seguía rondando y al parecer se negaba a desaparecer, en América latina la contra aparece por las montañas del sureste mexicano en la madrugada de un nuevo año. Año en que lxs lideres mundiales habían escogido a México como la nueva víctima para probar un tratado de libre comercio con estados unidos lo que llevo al país a una gran crisis de desempleo, pobreza y hambre, mas que nada en la zona rural. Este levantamiento, el 1 de enero de 1994, fue realizado por indígenas chiapanecxs armadxs que con esto dijeron “Basta!” a todo lo que estaba sucediendo. El nombre de este grupo armado era Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en memoria y reivindicando al líder mexicano de luchas campesinas Emiliano Zapata Salazar, que luchaba por una redistribución de tierras a los campesinos.

Con esto quedaba marcado y anunciado el regreso de las luchas sociales contra el monstruo capitalista y sus aliados. El anarquismo parecía seguir tomando fuerza mas que nada en los países desarrollados (con el movimiento okupa y los centros sociales tomados a beneficio del barrio). Hasta el 99, donde tuvo gran presencia la Batalla de Seattle con la aparición del Centro de Medios Independiente (Indymedia), como una alternativa para la comunicación en el que el visitante de esta pagina puede publicar sus propios artículos, noticias, convocatorias, etc, lo que para ese entonces fue un gran acontecimiento. La Batalla de Seattle (Estados Unidos) se produjo debido a la reunión que la Organización Mundial de Comercio (OMC) iba a realizar por el inicio del nuevo milenio. Alrededor de 300 000 personas entre anarquistas, ecologistas, artistas, okupas, y distintxs activistas, se congregaron y lograron impedir la reunión, debido a que la policía perdió el control de tanta gente y no habían garantías para que la OMC se reuniera. Esto era el comienzo de una nueva lucha del movimiento alterglobalización y dejaba claro que las luchas sociales habían regresado para quedarse y no se pensaban ir.

Reuniones como estas se siguieron dando, y se siguen dando. Ahora es el grupo de los 8 países más poderosos del mundo que se reúnen para repartirse nuestros recursos y nuestra tierra. A esto el movimiento alterglobalización sigue organizándose y globalizando la resistencia a través de la solidaridad internacional. Ejemplos de las reuniones de la G8 puede ser la de Génova-Italia, donde las manifestaciones culminaron en la muerte de Carlo Guilliani por parte de la policía italiana. Ahora mas reciente la reunión en Alemania donde las protestas tampoco se hicieron esperar.

Argentina diciembre del 2001: el congelamiento de las cuentas bancarias derivó en saqueos, manifestaciones y cacerolazos espontáneos que pedía la salida del gobierno de entonces al grito de “Fuera Todos!”. Estas acciones tuvieron gran repercusión en la sociedad argentina no solo por la estrecha relación que tuvieron lxs ciudadanxs en los cacerolazos improvisados sino que debido a estos mismos, cientxs de ciudadanxs que ven como las instituciones representativas no hacen valer sus derechos y no lxs escuchan, toman la iniciativa de organizarse en asambleas barriales para decidir y resolver los temas mas importantes del barrio, de la ciudad y del país a través del debate, la cultura y la acción directa. Así se concreta una experiencia asamblearia y horizontal que construye lazos de cooperación solidaria y apoyo mutuo.

Un poco mas allá de las asambleas barriales la crisis deja un grano mas de arena para las luchas sociales y para los procesos de resistencia. Estoy hablando de las tomas de fabricas por parte de sus propixs trabajadorxs. Todo se genera en el momento de la crisis: lxs dueñxs de algunas fabricas y empresas huyen del país y las dejan abandonadas, y en otras no fluyen capitales y tienen que cerrar. Lxs trabajadorxs, mucho mas precavidxs, en lugar de irse a sus casas como desempleadxs deciden tomárselas y poner en marcha las fabricas y continuar la producción pero ahora con una diferencia: trabajan sin patrón y todxs reciben un mismo salario justo sin que nadie se robe su trabajo por el simple hecho de ser “propietarix”. Esta experiencia cooperativista y de iniciativa propia la tienen algunas fábricas e incluso un hotel, podríamos citar algunos nombres como: Cerámicas Zanon, Brukman (elaboración de trajes), Hotel Bahueny, Nueva Aurora (fabrica globos), etc.

Lxs piqueterxs que cortan rutas y se toman las calles, son otro de los tantos grupos que a raíz del argentinazo toman fuerza. Lxs piqueterxs cumplen la función de cortar caminos y rutas para exigir empleo o para evitar el cruce de mercancía a un determinado lugar. Otrxs piqueterxs son cooperativistas como el caso del MUP (Movimiento de Unidad Popular) que tiene cooperativas de trabajo con ingresos propios como panaderías, fabrica de escobas, de dulces, etc. Trabajan en 3 áreas: laboral, estudiantil y desocupadxs, en conjunto con otras organizaciones piqueteras como el caso del MTD 26 de Junio. Un punto por tocar acerca de los movimientos piqueteros es en las 3 tendencias que están divididas: el primero el gobiernista , el segundo el de los partidos tradicionales de izquierda ortodoxa y el tercero el asambleario o antiautoritario y horizontal. Podríamos citar algunos como el MTD Aníbal Veron, el MUP y el Frente Popular Darío Santillán, grupos en los cuales participan la mayor cantidad de anarquistas.

Algo que hay que denotar es que en las acciones y luchas antes mencionadas ningún grupo cita la tomad el poder como objetivo o fin y mas bien se inclinan por la construcción del poder popular desde las bases sociales, tomando en cuenta las teorías del marxista disidente Michelle Foucauld: que el poder no está en netamente en una institución sino que es una relación social y por eso no se puede tomar “el poder” y al contrario la solución sería desapoderar la sociedad, o sea disminuir al máximo las relaciones de poder en la vida diaria.

Citando las luchas del antipoder o contra el poder lo mas reciente podría ser lo acontecido en el estado de Oaxaca-México. El 14 de junio del 2006 decenas de maestrxs piden una mejora salarial y la salida del gobernador Ulises Ruiz por lo cual fueron reprimidxs de una manera violenta, lo que generó que distintxs ciudadanxs se adhieran al reclamo y se creara un ambiente de desobediencia civil, llegando al punto de desconocer la autoridad del gobernador. La alternativa y lo mas importante de estos acontecimientos son: el desconocimiento a la autoridad y la creación de una asamblea popular que aglutinaría a cientos de organizaciones y que se convertiría en el espacio de participación y en la voz de todxs lxs oaxaqueñxs.

Otras de las formas de lucha de lxs oaxaqueñxs que debemos hacer notar son las tomas de televisoras y radios que sirvieron para convocar a lxs ciudadanxs a los plantones, marchas y barricadas. Radios que estuvieron en manos de quienes se organizaron fueron Radio Plantón, Radio APPO y, la que mas tiempo resistió los abusos de la Policía Federal Preventiva (PFP), Radio Universidad. Oaxaca estuvo levantada, tomada por sus ciudadanxs y organizada por la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) durante 5 meses, de junio a noviembre pasado cuando se da la entrada de la PFP para desarticular cualquier tipo de organización y aplastar cualquier levantamiento (lo cual dejó sinnúmero de heridos, alrededor de 30 mujeres violadas y un periodista internacional muerto). Hoy en día las personas en Oaxaca aún continúan con las barricadas, bloqueos y sobre todo organización de base y apoderamiento de distintos espacios de participación y medios de comunicación, pues la lucha continúa.

Así pues, cuando se dejó de izar la bandera roja se pensaba que era el fin del conflicto social pero la historia parió nuevas ideas, nuevos movimientos, nuevas estrategias y nuevas experiencias. Las experiencias del contra poder, de la organización horizontal y asamblearia que llegó para quedarse y que no se irá. Es hora de poner nuestro grano de arena para seguir sembrando aquí, allá, al lado y en todos lados una semilla, la semilla de la resistencia.

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