11 de noviembre de 2009

¡Come maní!

A partir del caso de los miembros de la Nueva Junta Cívica apresados, me entero de una ley bien lámpara, que suponía que existía pero no me cabía imaginar que alguien realmente pudo escribir eso.
Artículo 128 del Código Penal.

"El que públicamente, y fuera de los casos previstos en este Código, incitare o fomentare por cualquier medio el separatismo, o el que ofendiere o vilipendiare a las instituciones públicas o a la Fuerza Pública, el que cometiere cualquier burla o desacato, con palabras o acciones, contra la Bandera, el Escudo o el Himno de la Patria, será reprimido con prisión de seis meses a tres años y multa de quinientos a mil sucres."
¡Qué miedo! Según esa ley, nosotros deberíamos estar presos. Ofender y vilipendiar a las instituciones públicas es nuestro hobbie, a la Fuerza Pública ni se diga. Cuántas veces no nos hemos ido de palabras con respetables uniformados. ¿Me pueden mandar preso por decirle a la burocracia que es ineficiente?

"Burla o desacato a los símbolos patrios". Ahora entiendo por qué se armó tanto escándalo cuando me negué a jurar la bandera. Que precario ese respeto-miedo hacia símbolos que al menos para mi no significan nada. Creo que todo el mundo se reía al cantar el himno nacional y muy poca gente respeta el escudo. Recuerdo cuando alguien se pasó la bandera de Guayaquil por la entrepierna y querían enjuiciarlo por eso. Si no me equivoco el Jipi una vez quemó una bandera del Ecuador y madarlo preso de seis a tres años por eso me parece una estupidez.

En cuanto al separatismo, ahí ya entramos en temas políticos. No soy un separatista declarado, pero concuerdo con muchos que sí. Defiendo la autodeterminación de los pueblos, y por ende el derecho a la secesión es sagrado. Querer separarse de un Estado no es un crimen. Por las razones que fueren cada población debería tener la libertad de dirigirse a sí misma y ser independiente si así lo quieren. Entonces, ¿me van a meter preso por eso?

Personalmente no me considero ecuatoriano. Nací en Guayaquil y prefiero llamarme guayaquileño porque a la ciudad se la siente, mientras que el país es algo hetéreo e impalpable. No tengo nada contra las demás ciudades, de hecho Quito me agrada más, pero si me dan a elegir preferiría que Guayaquil o Guayas o lo que sea, fuera un país independiente. ¿Eso es fomentar públicamente el separatismo?

Por otro lado seguiré quejándome de la ineficiencia de las entidades estatales y de sus criminales con uniforme, y me seguiré burlando de los símbolos patrios. Así que vayan haciendo la vaca para ayudarme a pagar los quinientos sucres... Gloria a ti! Come maní! Gloria a ti! Come maní!

10 de noviembre de 2009

Toda censura es nociva


Casi dos años después y seguimos igualitos (o peores)

7 de noviembre de 2009

Presos de conciencia

Presos de conciencia: todo gobierno autoritario debe tenerlos, porque en ellos se basa su poderío. Sin miedo no hay obediencia, y sin obediencia el Estado cae.

Peter Benenson, fundador de Amnistía Internacional, definió este término como "Cualquier persona a la que se le impide físicamente (por prisión u otras causas) expresar (en cualquier forma de palabras o símbolos) cualquier opinión que mantiene honestamente y que no defiende ni justifica la violencia personal." Desde su fundación a inicios de los 60´Amnistía Internacional, ha ayudado en la liberación de muchos presos de conciencia, así como en la eliminación de torturas junto a otros abusos cometidos en muchos países alrededor del mundo.

Ecuador no es la escepción, ni siquiera en los tiempos actuales. El último caso es el de los miembros de la Nueva Junta Cívica, apresados por declarar "persona no grata" al Presidente. Nunca me ha simpatizado la Junta Cívica, ni la nueva ni la vieja. No creo que representen a nadie más que a ellos mismos y a quienes voluntariamente se subscriben a dicha organización. Muchas veces incluso, la vieja Junta Cívica fue motivo de mi crítica y desprecio. Sin embargo, creo firmemente en el principio básico de "No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo."

Igual como cuando andresHC fue encarcelado por insultar al Alcalde, el echo de que Giancarlos Zunino y Álex Pilco estuvieran detenidos desde el pasado 28 de octubre y encima fueran liberados bajo la fianza de $1000; me parece un abuso inaceptable e inaguantable. Es una violación clara a las libertades ajenas, al derecho a la libre expresión, y sobre todo un atentado a la supuesta democracia en la que se supone deberíamos vivir.

No se puede permitir ni un preso más por opinar diferente.

6 de noviembre de 2009

13 manzanas

Me pasaron un artículo de Xavier Andrade, en el cual trata el tema del comercio informal en la ciudad y cita nuestro documental. Es algo viejo, pero me dio gusto enterarme, así sea luego de varios meses.
13 manzanas - Tomada de El Telégrafo del 25 de julio del 2009

No es coincidencia, no me cabe duda, cuando veo la reciente represión desatada por la Municipalidad contra los vendedores informales.

Una vez reelecta en las últimas elecciones, como parte de sus batallas contra un gobierno central que aprobara una constitución que tiende a garantizar tanto el trabajo informal cuanto el acceso al espacio público, la presencia de la Policía Metropolitana en las calles ha aumentado en la zona “regenerada”. Por ello, cuando veo huir, esta tarde de domingo, a ese niño con 13 manzanas acarameladas desplegadas sobre una vianda, pienso en este nuevo ciclo de persecución y violencia: en su capital de trabajo de máximo 2 dólares, en su intento por ganarse honestamente la vida en una ciudad que condena a él y a su familia a moverse solamente en los márgenes de la postal creada.

La invisibilidad a las que los somete el poder local, sin embargo, es difícil de sostener mientras el desempleo crece, por un lado, y la infraestructura urbana profundiza la fragmentación y la exclusión social. Decomisar ilegalmente 13 manzanas, a más de las vejaciones y las torturas a las que se someten a los vendedores informales a lo largo de estos años, son evidencias que no constan en la propaganda oficial. La usurpación cotidiana de esos bienes tanto como la Policía municipal que va disfrazada de civil y cuyas prácticas han sido retratadas en el documental “Guayaquil Informal” (asequible por Internet) dan cuenta de la violencia de las prácticas exclusionarias. Desde esta perspectiva, la resistencia que se ha expresado en estos mismos días a través de protestas y marchas por parte de los informales, evidencia solamente una respuesta a la prepotencia de quienes creen que la ciudad es todavía una suerte de feudo.

Las declaraciones de Nebot al respecto de la protesta ciudadana remarcan su desprecio frente a la creciente presión de sectores que se resisten a la miseria, además de su ceguera frente a las falencias, cuando no el fracaso, del sistema de mercados cerrados en los que se los ha querido reubicar. Dado el subempleo que afecta a Guayaquil por ser el polo urbano de mayor desarrollo demográfico, las 13 manzanas abruptamente arrebatadas a ese niño simbolizan la intolerancia del ambiente “regenerado”. Esos 2 dólares de capital robado alimentan un aparato que exhala su brutalidad en cada poro de la piel turística de esta ciudad.