3 de diciembre de 2008

Patentes y Hamburguesas

"La compañía (en referencia a McDonalds) ha solicitado patentes en Europa y EE.UU. reclamando como su propiedad intelectual el “método y aparato para hacer sandwich”. La petición de patente WO2006068865 se refiere al “pre-ensamblaje de las partes del sandwich y a la preparación simultánea de las diferentes partes del mismo”. Abarca el “tostado simultáneo de una rebanada de pan” y un sistema de calefacción “de carne y / o queso relleno”. Y dice que la empresa ha inventado una manera de añadir condimentos y adornos usando un “sandwich herramienta de montaje”.

Enterarme de cosas como esta, es lo que me hace notar que vivimos en un mundo, cuyos estados y su legalidad no son más que un juego usado para fines corporativistas. Con noticias como estas, es importante reflexionar acerca de las patentes en el mundo.

Según la diosa Wikipedia "Una patente es un conjunto de derechos exclusivos garantizados por un gobierno o autoridad al inventor de un nuevo producto (material o inmaterial) susceptible de ser explotado industrialmente para el bien del solicitante de dicha invención (como representante por ejemplo) durante un espacio limitado de tiempo (generalmente veinte años desde la fecha de solicitud)."

El análisis para mi es sencillo: las patentes no existen, son un invento, una falacia, son falsas y por ende no tiene por qué ser respetadas. Parto del punto de que básicamente es imposible apropiarse del pensamiento, porque el pensamiento no está limitado ni existe solamente en nuestra mente. Los pensamientos no surjen de la nada, citando a Albert Esplugas "una idea rara vez es cien por cien original, sólo una pequeña fracción de una idea es original, el resto se toma prestado de ideas anteriores. (...) No vivimos en el vacío; es imposible no utilizar conocimientos preexistentes e ideas ajenas cuando actuamos en el mundo real."

Yo soy dueño de lo que pienso, y tú eres dueño de lo que piensas mientras no se lo transmitamos a nadie (quizás ambos hayamos pensado lo mismo). En el momento en que lo transmitimos es imposible determinar quien realmente había pensado eso primero. El hecho de haber ido al IEPI y registrarlo antes, no te convierte en dueñx legítimx de cierta idea. Monopolizar el desarrollo de determinado producto solo porque realizaste los trámites burocráticos antes que otro, es simplemente ilegítimo, y por ende nadie tiene por qué respetarlo (el monopolio se consagra mediante el uso de la fuerza estatal y es justamente eso lo que lo vuelve ilegítimo, la coerción o uso de la fuerza). Bajo esta lógica las patentes no deberían existir.

¿Cómo defenderse de la competencia sin la existencia de las patentes? Pues con los secretos de marca. Hay que diferenciar entre los secretos de marca y las patentes. Como ya dije antes, tu eres dueño de tu idea hasta que la transmites, y justamente eso es un secreto de marca: no transmitir la idea, guardarse la fórmula secreta o nunca dar la receta de preparación de tan rica comida. Así pues, los secretos de marca sí son legítimos, así algunos los consideren inmorales (recuerden la diferencia entre ética política y moral personal) puesto que no ejercen coerción sobre ningún otro individuo.

Las patentes también, contrario a lo que dicen sus defensores, estancan el progreso. Esto se debe básicamente a que el progreso y el avance dentro del mercado se dan en función a la competencia. La competencia es lo único que crea la necesidad de crear nuevos productos y de atraer consumidores, brindando mejor calidad a menor precio; beneficiándonos así los mismo consumidores. Citando nuevamente a Esplugas "Si un autor tiene garantizada una renta monopolística por un largo período de tiempo, ¿no se verá reducidos sus incentivos para seguir creando durante ese período? En contraposición, si carece de un monopolio legal y aspira a percibir un flujo constante de ingresos puede verse compelido a crear sin interrupción. En este contexto son pertinentes las palabras de Michael Tiemann, vicepresidente de Red Hat: "Cada vez que surge una patente de software es una promesa de que la innovación en este campo cesará durante 20 años (...) La industria de la moda, por ejemplo, no está cubierta por las patentes o los copyrights y es una de las más innovadoras, probablemente porque los diseñadores pueden utilizar conocimiento preexistente sin restricciones, redefiniendo y reinventando ideas constantemente".

Como siempre me ha gustado entender y explicar las cosas a punta de ejemplo, nos vamos con la zanganada.

Voy a poner como ejemplo las hamburguesas que vende la Negrita Crucelina. Ella tiene derecho a vender hamburguesas. Ella tiene derecho a hacerlas como le da la gana. Al igual que ella, otros también optaron, porque tienen el derecho, por poner un puesto de hamburguesas. Para sobresalir en el mercado de la comida rápida, optó por innovar aumentando considerablemente el tamaño de su producto y preparándolas con una sazón diferente, lo que hace que sean famosas y tenga buena clientela. Ella tiene derecho a no decirnos el secreto de la preparación (secreto de marca), pero no tiene derecho a prohibirnos hacer una hamburguesa parecida y quizás con el mismo sabor que la suya, sea cual sea la manera cómo lo logramos descubrir. Si alguien pone un kiosco cerca, y vende hamburguesas del mismo o mayor tamaño y con la misma o mejor sazón, a Crucelina lo que le queda no es buscar la fuerza para tumbarle el kiosco, sino innovar y atraer clientela haciendo ofertas, o cocinando más rico o haciendo las hamburguesas más grandes, lo que sería bueno para quienes comemos. Eso se llama progreso. Si Crucelina desde un comienzo hubiera tenido la patente de las hamburguesas, simplemente nunca hubiera tenido la necesidad de innovar en tamaño y, al contrario, debido al monopolio; con el tiempo la calidad hubiera ido decayendo.

Lo que trato de decir de forma resumida es que:

  • la competencia es buena pues genera mejoras y progreso

  • las patentes entorpecen la competencia, otorgándole monopolio legal a ciertos privilegiados

  • las patentes deben ser abolidas

*Para más información acerca de las patentes, y demás propiedad intelectual desde un punto de vista libertario leer "El monopolio de las ideas: contra la propiedad intelectual" de Albert Esplugas.

*Para más información acerca de las hamburguesas de la Negra Crucelina, vaya a 9 de octubre y Antepara y si eres aniñado nomás visita este link.

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