20 de diciembre de 2008

Teoría (criolla) del valor subjetivo

¿Cuál es el precio justo de un producto? Lo que se terminó pagando por él. Así de simple.

Comercio es el intercambio voluntario de bienes y servicios entre dos o más personas. En un intercambio justo, todas las partes participan voluntariamente y por ende ninguna pierde. Se cambio un objeto por otro que uno considera de mayor importancia. El trueque es comercio, si yo te doy una gallina y tu me das un libro es porque tú considerabas la gallina más importante o necesaria que tu libro y yo creía justamente lo contrario.

El dinero es simplemente el medio de intercambio común para facilitar el comercio. Yo quiero un libro pero tengo una gallina, tú tienes un libro pero quieres una cerveza, ¿Cómo hacemos? Te doy dinero a cambio del libro y con el dinero te compras cerveza, si te hubiera dado la gallina hubieras tenido que buscar alguien que cambie gallinas por cerveza y fuera muy complicado. En este caso, yo considero el libro más importante que mi dinero, y tú consideraste mi dinero más importante que tu libro. Nadie pierde, todos ganan.

Ese es el libre comercio, sin restricciones, voluntario y perfecto. Ahora, ¿quién decide cuánto cuesta cada cosa? ¿Cómo se determina cuántas gallinas son un libro? ¿Qué es más importante la gallina o la cerveza? ¿Cómo se determina si el intercambio es justo? Por el valor subjetivo de las cosas.

Cada persona tiene necesidades, gustos y deseos diferentes; y según estos decide qué es y qué no es de su interés. Para mí más importante era el libro pues quería leer y para tí más importante era la gallina pues te querías hacer un seco.

Es un absurdo que se piense que las cosas tienen un valor intrínseco objetivo por leyes matemáticas. Son un sinsentido las teorías que tratan de explicar que los objetos tienen un valor según el trabajo invertido en él. Así mismo son un absurdo las teorías que nos dicen que el valor de algo es decidido por los recursos consumidos para hacerlo. Como muestra de esto, pongo las obras de arte, que pueden no haber requerido muchos recursos ni muchísimo trabajo, pero sí han llegado a costar grandes cantidades. Así mismo, hay muchos objetos que han necesitado muchos recursos y gran cantidad de trabajo invertido en él y sin embargo han tenido que ser sacados del mercado debido a la poca demanda que tenía (modelos de carros por ejemplo). Y es que esa es la palabra clave, oferta y demanda son quienes determinan el precio de las cosas, y aún estas no pueden ser regidas a reglas matemáticas estrictas pues dependen de la subjetividad de las personas.

Sin embargo, el problema está en que muchas veces se incentivan las teorías objetivas del valor y se crean leyes para interferir en el libre ejercicio de la economía.
"Las principales escuelas que surgieron de este nuevo pensamiento fueron el monetarismo y el keynesianismo. Las dos escuelas son neoclásicas en cuanto creen en un “precio” objetivo del valor. Éste puede ser alcanzado mediante fuerza bruta restringiendo la libertad de la demanda y oferta. Para llegar a este valor objetivo es necesario inventar salarios mínimos, precios máximos, cuotas a la importación y exportación, convenios de producción entre países, leyes mundiales anti–dumping, tribunales de la libre competencia, bancos centrales que manipulen el dinero… ¿Y cómo se mantiene todo esto? Con impuestos y deuda estatal. En otras palabras, no sólo se roba arbitrariamente, y de forma desigual a todos los individuos con impuestos, o se hipoteca la seguridad económica de la sociedad emitiendo deuda (en los dos casos, desde el más pobre al más rico), sino que además se restringe su libertad de consumo, de ahorro e inversión. Estas políticas, basadas en falsos pretextos económicos, han llegado al punto de convertir al individuo en un siervo del estado." 1.
Para explicar este fenómeno, pondré como ejemplo el uso de taxi y la regulación estatal de su economía: el uso de taxímetros (sí, siempre quise ser taxista)
¿Cuánto cuesta una carrera? Lo que se paga por ella. Así de simple. Una carrera del centro a Urdesa, no cuesta lo mismo que de Urdesa al centro. ¿Por qué? Porque en un lugar hay más gente esperando taxi (demanda) y pocos taxis pasan por ahí (oferta); mientras que en el otro lugar hay muchos taxis y poca gente esperándolos. Así mismo, es más caro ir del centro al norte que del centro al sur ¿Por qué? Porque el norte es aniñado y por ende se paga más que al sur así sea el mismo kilometraje; o quizás porque el taxista sepa que en el sur puede conseguir otra carrera más rápido encambio en el norte no y tiene que cobrar ese añadido. Así mismo, un taxi nuevo cómodo y limpio es más caro que un taxi viejo y destartalado. Así mismo, con un sin fin de etcéteras que responden a nuestras apreciaciones individuales más que a leyes matemáticas.
Querer imponer un precio único por tiempo-kilometraje, es un absurdo, y un abuso tanto a los taxistas como a los usarios. Por suerte, insisto, vivimos en Guayaquil donde antes de treparte al taxi negocias y acuerdas, directa y voluntariamente, el precio de la carrera.
La lógica usada y explicada en este ejemplo local y criollo, es la misma lógica que se debe usar en cualquier actividad económica. Desde vender cigarrillos hasta acuerdos empresariales. La teoría subjetiva del valor es la única que va ligada a la libertad, y al libre comercio real, pues las demás apuestan al intervencionismo estatal y por ende al despotismo burocrático.
(remitirse a éste artículo para un análisis más profesional y serio jaja)

3 comentarios:

Juan Montalvo dijo...

Cómo decía bastiat: ¿Por qué hará falta tanto esfuerzo para explicar el sentido común? Y todavía hay personajillos dispuestos a afirmar en público que hay que implementar una economía dirigida, que hay que someter al "mercado"... Creo que fue el Premio Nobel Gary S. Becker quien afirmó que algunos parecen preferir el PUÑO VISIBLE DEL ESTADO a la Mano Invisible del Mercado...

Ernesto Yitux dijo...

PD: en el artículo me olvidé de poner que en el caso de que quieran usar taximetro, debería ser cada empresa quien ponga la tarifa y no una regulación estatal. (como en el caso de los taxi amigos)

xnegro dijo...

lo que no considera tu ejemplo es que la oferta, osea empresarios-productores, son los que manipulan los costos y presionan a los gobiernos para que el estado imponga regulaciones para defender su margen de ganancia, y al extrapolar esta conducta bien visible (para eso existen las cámaras de la producción) a productos básicos, resulta que como para todos es necesario el pan y el agua el lado de la oferta puede poner el precio que le da la gana sin que el lado de la demanda toque ningún pito, al final, como en el caso de las medicinas solo hay para los que tienen billete, es necesaria la regulación en estos casos?