Comercio es el intercambio voluntario de bienes y servicios entre dos o más personas. En un intercambio justo, todas las partes participan voluntariamente y por ende ninguna pierde. Se cambio un objeto por otro que uno considera de mayor importancia. El trueque es comercio, si yo te doy una gallina y tu me das un libro es porque tú considerabas la gallina más importante o necesaria que tu libro y yo creía justamente lo contrario.
El dinero es simplemente el medio de intercambio común para facilitar el comercio. Yo quiero un libro pero tengo una gallina, tú tienes un libro pero quieres una cerveza, ¿Cómo hacemos? Te doy dinero a cambio del libro y con el dinero te compras cerveza, si te hubiera dado la gallina hubieras tenido que buscar alguien que cambie gallinas por cerveza y fuera muy complicado. En este caso, yo considero el libro más importante que mi dinero, y tú consideraste mi dinero más importante que tu libro. Nadie pierde, todos ganan.
Ese es el libre comercio, sin restricciones, voluntario y perfecto. Ahora, ¿quién decide cuánto cuesta cada cosa? ¿Cómo se determina cuántas gallinas son un libro? ¿Qué es más importante la gallina o la cerveza? ¿Cómo se determina si el intercambio es justo? Por el valor subjetivo de las cosas.
Cada persona tiene necesidades, gustos y deseos diferentes; y según estos decide qué es y qué no es de su interés. Para mí más importante era el libro pues quería leer y para tí más importante era la gallina pues te querías hacer un seco.
Es un absurdo que se piense que las cosas tienen un valor intrínseco objetivo por leyes matemáticas. Son un sinsentido las teorías que tratan de explicar que los objetos tienen un valor según el trabajo invertido en él. Así mismo son un absurdo las teorías que nos dicen que el valor de algo es decidido por los recursos consumidos para hacerlo. Como muestra de esto, pongo las obras de arte, que pueden no haber requerido muchos recursos ni muchísimo trabajo, pero sí han llegado a costar grandes cantidades. Así mismo, hay muchos objetos que han necesitado muchos recursos y gran cantidad de trabajo invertido en él y sin embargo han tenido que ser sacados del mercado debido a la poca demanda que tenía (modelos de carros por ejemplo). Y es que esa es la palabra clave, oferta y demanda son quienes determinan el precio de las cosas, y aún estas no pueden ser regidas a reglas matemáticas estrictas pues dependen de la subjetividad de las personas.
"Las principales escuelas que surgieron de este nuevo pensamiento fueron el monetarismo y el keynesianismo. Las dos escuelas son neoclásicas en cuanto creen en un “precio” objetivo del valor. Éste puede ser alcanzado mediante fuerza bruta restringiendo la libertad de la demanda y oferta. Para llegar a este valor objetivo es necesario inventar salarios mínimos, precios máximos, cuotas a la importación y exportación, convenios de producción entre países, leyes mundiales anti–dumping, tribunales de la libre competencia, bancos centrales que manipulen el dinero… ¿Y cómo se mantiene todo esto? Con impuestos y deuda estatal. En otras palabras, no sólo se roba arbitrariamente, y de forma desigual a todos los individuos con impuestos, o se hipoteca la seguridad económica de la sociedad emitiendo deuda (en los dos casos, desde el más pobre al más rico), sino que además se restringe su libertad de consumo, de ahorro e inversión. Estas políticas, basadas en falsos pretextos económicos, han llegado al punto de convertir al individuo en un siervo del estado." 1.
3 comentarios:
Cómo decía bastiat: ¿Por qué hará falta tanto esfuerzo para explicar el sentido común? Y todavía hay personajillos dispuestos a afirmar en público que hay que implementar una economía dirigida, que hay que someter al "mercado"... Creo que fue el Premio Nobel Gary S. Becker quien afirmó que algunos parecen preferir el PUÑO VISIBLE DEL ESTADO a la Mano Invisible del Mercado...
PD: en el artículo me olvidé de poner que en el caso de que quieran usar taximetro, debería ser cada empresa quien ponga la tarifa y no una regulación estatal. (como en el caso de los taxi amigos)
lo que no considera tu ejemplo es que la oferta, osea empresarios-productores, son los que manipulan los costos y presionan a los gobiernos para que el estado imponga regulaciones para defender su margen de ganancia, y al extrapolar esta conducta bien visible (para eso existen las cámaras de la producción) a productos básicos, resulta que como para todos es necesario el pan y el agua el lado de la oferta puede poner el precio que le da la gana sin que el lado de la demanda toque ningún pito, al final, como en el caso de las medicinas solo hay para los que tienen billete, es necesaria la regulación en estos casos?
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