29 de noviembre de 2008

Guayaquileños de 1ra y de 2da clase

Más allá de lo que considero correcto o incorrecto desde mi punto de vista político, hay gente que simplemente me cae mal. Hay privilegios que no tolero, y por muy buena que sea su causa el simple hecho de saber quiénes son ya me producen rechazo.

Antes de ayer, posteé un artículo ajeno explicando por qué estoy en contra de la censura de ciertos programas. Mi posición es simplemente esa, me opongo a que el Estado me diga qué debo y qué no debo ver. En eso se basa mi libertad, en la capacidad de decidir por mi mismo, cuáles porquerías meterme en el mate y cuáles no. No necesito que un burócrata bien intencionado (ja), vanguardista, iluminado y muy políticamente correcto venga a decirme qué me hace daño y qué no.

Eso, e ir al hemiciclo de la Rotonda a ver a Pinoargotti y al patucho Valdivieso hablar de cosas que ni siquiera entienden, es muy diferente. Yo no necesito que Marián Sabaté venga a hablar en nombre de mi libertad de expresión, ni necesito canalizar mis quejas de un sistema autoritario a travez de personajes de la televisión.

Ayer conversando con Andrés (la otra persona que escribe en este blog, fíjense donde dice "publicado por", pues ya van mínimo un par de veces que me preguntan como puedo contradecirme a mi mismo por artículos que yo ni siquiera he escrito), me enteré de que se iba a realizar un plantón en el Malecón 2000 en contra de la censura sufrida por el gobierno. Me parece positivo que realicen sus actividades, sin embargo aparte de que me caigan mal porque los medios de comunicación masivos siempre han sido los primeros en falsear la verdad cuando de sus intereses se trata, ahora me causa asco saber que lo que un día nos dijo Xavier Andrade es cierto: en guayaquil hay ciudadanos de primera y de segunda categoría.

"Evidentemente lo que a instituido la renovación urbana, son ciudadanos de primera y de segunda clase. Tienes ciudadanos de primera como Margarita Arosemenea Gómez-Lince, que hace sus desfiles todos los días miércoles aquí (...), y Jorge Gilbert y los "terroristas" que luchamos por los derechos, somos ciudadanos de segunda clase, los informales son ciudadanos de segunda o de tercerca clase (...)"
Xavier Andrade,
respondiendo a una entrevista para un documental que estamos realizando.

Más claro ciudadanos de primera son todos los que la Alcaldía considera aliados, y ciudadanos de segunda son quienes de alguna u otra manera deslegitimamos las políticas de Nebot. Ahora, al parecer, todos esos personajes de la farándula televisiva son también ciudadanos de primera categoría.

¿Por qué Margarita Arosemena y las demás viejas peluconas (ahora vienen los comentarios de que soy un correísta resentido jaja) tienen luz verde para hacer bulla en la Plaza San Francisco todas las semanas y cuando la gente de Activismo Guayaquil realiza plantones por algún motivo ecologista se lo trata de impedir? ¿Por qué Pinoargotti tiene las puertas abiertas del Malecón 2000, para pararse a exponer sus quejas en pleno Hemiciclo de la Rotonda y cuando la gente del colegio Celestín Freinet junto al grupo de teatro Arawá organizaron una toma de espacios públicos se les trató de cancelar la actividad? ¿Por qué las concentraciones por el No en el reféndum fueron permitidas y las marchas o concentraciones de comerciantes informales son reprimidas por garroteros?

La respuesta es simple: porque no pertenecemos a su círculo, ni representamos sus intereses. Así como en el país se vive una censura por parte del gobierno central a todo lo que no vaya con sus intereses, de igual manera en Guayaquil se vive una criminalización por parte del gobierno local a todo aquello que no sea pro-Nebot.

Ojalá ningún nebotsista tenga el descaro de venirme a decir que lo que digo no es cierto, pues yo hablo lo que he vivido. A nosotros nos han cerrado las puertas del Malecón 2000, por ser marcha del 15 de Noviembre o por querer realizar alguna actividad o plantón ahí dentro; a nosotros nos han sacado de la varias zonas regeneradas bajo el argumento de que "no se puede tener una reunión de más de 10 personas"; a nosotros nos han amenazado con escopeta para que nos retiremos de los alrededores del Municipio porque "éramos sospechosos"; a nosotros nos han querido llevar presos guardias municipales por discutir defendiendo nuestro derecho a la libre expresión por la cual lloran ahora; etc, etc.

Con nosotros me refiero a todos los que no representamos la derecha mercantilista y conservadora de la élite guayaquileña; y es por eso que aunque estoy en contra de cualquier tipo de censura y rechazo la intromisión estatal en nuestras decisiones televisivas, el simple hecho de que a algunos les otorguen los permisos y privilegios que nos son negados a los demás, me hace ver lo puerca y detestable que es la administración local.

"(... continuando el comentario anterior), entonces esas jerarquías han sido creadas por un sistema que es profundamente autoritario, pero que se disfraza de un discurso democrático"

28 de noviembre de 2008

Crímenes de Estado, Responsables directos


Hace unos días tuve la oportunidad de ver el video realizado por la Comisión de la Verdad, que compone una serie de testimonios reales y crudos de víctimas de tortura y encierro durante el período 1984-1988.

Este video muestra los lugares en los cuales las víctimas (en su mayoría acusadas de subversivos) eran sometidas a las peores condiciones que alguien pueda imaginar. Muestran la infraestructura de aquellos lugares (sótanos, subterráneos, prisiones) diseñadas escencialmente para este tipo de atrocidades.

Los testimonios, así como las comprobación de la existencia de dichos lugares, se convierte en una prueba feaciente de las políticas fascistas y del terrorismo de estado que se ejercía durante ese período. Así mismo, constituyen un pilar fundamental para reabrir una serie de casos y señalar a los actores de aquellos crímenes, muchos de quienes actualmente cumplen cargos públicos y mantienen una cómoda vida basada en riquezas de dudosa procedencia.

Aunque el estado ecuatoriano asumió su culpa y resonsabilidad ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en aquellos casos de atentados a los derechos y principalmente en el caso de la desaparición de los hermanos Restrepo, la culpabilidad que asume el estado es simplemente una densa cortina de humo que esconde a un gran autor intelectual y a sus colaboradores.

Aquella figura nefasta, quien presidió la presidencia entre 1984 y 1988 es León Febres-Cordero. Personaje ligado a los intereses empresariales, vocero de la oligárquicas mafias nacionales y gestor del modelo neoliberal/mercantilista en Ecuador, el cual comenzaba a tomar fuerza en el mundo gracias a sus padrinos Reagan y Thatcher.

Febres-Cordero representaba una minoría elitista y un modelo demencial e irracional. En plena guerra contra el "terrorismo" y siguiendo órdenes desde el norte, instauró un sistema en nombre de la seguridad nacional y del estado que criminalizaba a la propia vida social. Bajo esta lógica fascista, la sociedad entera tenía que sacrificarse por la integridad del estado. Las consecuencias ya las sabemos, el terror sistematizado.

Los casos de violaciones a los derechos humanos, no son excesos policiales ni casos aislados. Son consecuencia de una política de miedo y criminalización, especialmente a los movimientos sociales que gestaban sus reinvindicaciones. Una política diseñada desde el Pentágono, cuyos fines eran la conquista del hemisferio sur con la ayuda de sus lacayos empresariales. Método de la 3ra Guerra Mundial o Guerra Fría allá por los 80 y que aún perdura en nuestra "democracia".

Cuando alguien maneja el monopolio de la fuerza, el terrorismo de estado no es coincidencia, sino la consecuencia lógica del manejo de la institucionalidad, el programa político e incluso de cierta forma la personalidad de quien está al mando.

La culpa es sin duda visible. Leon Febrés-Cordero era mandatario en aquel entonces y los testimonios de las víctimas lo embarran de sangre. La policía con su mentalidad obtusa no hacía más que acatar órdenes del Ministerio de Gobierno; los grupos violentos "contrarevolucionarios" encabezados por Toral Zalamea no eran mera coincidencia; las torturas y ejecuciones extrajudiciales tampoco lo eran; los Restrepo desaparecieron más que por un descuido policial sino porque sus políticas represivas se les habían salido de las manos; el SIC y sus interrogatorios no obedecían a una voluntad propia sino que eran ordenados desde arriba; y el asesinato de Nahim Isaías no fue por parte de los subversivos sino producto de la desesperación de un gobierno que desvalorizó la vida en todas sus formas.

La Comisión de la Verdad tiene una gran responsabilidad: revelar los nombres de los demás cómplices y los autores materiales de todos estos crímenes de estado. Y, más allá de señalar al estado como culpable pues éste no es más que el vehículo con el cual se llevaron a cabo los atentados, hay que personalizar las culpas, señalando responsables específicos y sancionando individualmente a todos quienes cometieron tantas atrocidades.

José Luis, Buenos Muchachos y la Censura

- Como me da pereza escribir un artículo diciendo lo mismo que ya dijeron otros, y a veces toca aceptar que personajes que por lo general me causan repulsion a veces suelen escribir cosas inteligentes, pongo a continuación un artículo que me robé del blog de Manuel Ignacio Lecaro -
Jose Luis Censurado
El Consejo Nacional de Radiodifusión y Televisión (Conartel) prohibió a Canal Uno la transmisión del programa ‘José Luis sin Censura’. Agárrense de su control remoto. El Gobierno nos lo quiere quitar. Pretende decidir por nosotros lo que podemos o debemos ver. Empieza la censura.
Qué ironía. El primer programa censurado tiene en su nombre el calificativo “Sin Censura”. Pareciera que el Conartel lo escogió con dedicatoria.
Yo ni sabía de la existencia de este programa. Lo busqué en YouTube. Es bastante burdo, al puro estilo de Jerry Springer, Laura en América y esos talk shows basura que acaban siempre en insultos y puñetes. Pero por malo u ofensivo que pueda resultar, no le corresponde al Gobierno decidir si podemos o no verlo, sino a cada uno de nosotros. Para algo tenemos gustos distintos, sentido común, y dedos con la libertad de cambiar de canal si nos da la gana. No necesitamos que un funcionario público escoja la programación por nosotros.
El Conartel y este Gobierno no entienden lo que es la libertad de expresión. Su concepto de libertad está limitado a permitir aquello que ellos consideran correcto o moral. No entienden que la libertad de expresión implica justamente lo contrario. Permitir todo tipo de expresiones o manifestaciones. Incluso y sobre todo aquellas que no nos gustan o nos molestan. Si el Conartel va a censurar todo aquello que nos parezca ofensivo, ¿qué tal si empiezan con las cadenas de los sábados del Presidente?
Nos dirán que no están censurando nada, sino aplicando la ley que determina que el Conartel “regulará y controlará… la calidad artística, cultural y moral de los actos o programas de las estaciones de radiodifusión y televisión”. Nuestros inquisidores socialistas del siglo XXI aprendieron bien del Presidente en esto de aplicar a su gusto las leyes. Igual que cuando el Presidente persigue a quien lo “ofende” aplicando esa ley que dice que “El que con amenazas, amagos o injurias, ofendiere al Presidente de la República… será reprimido con seis meses a dos años de prisión…”, el Conartel hace las del Chacal de Don Francisco, decidiendo a su antojo quién se queda y quién se va de nuestros televisores.
Empezaron con José Luis. Ya vendrán otros. La censura como forma de control y amenaza. A ‘Buenos Muchachos’, programa en Gama TV con segmentos de sátira política, también lo sacaron del aire. Por lo visto los directivos del canal, ahora estatal, no quieren que hagan chistes del Gobierno. ¿Siguiente en la fila?
Junto a la censura que comienza, el Gobierno ya controla varios canales de televisión que poco a poco van adoptando una línea más gobiernista. A todo esto, ¿no dizque iban a vender esos canales incautados lo más rápido posible? Ya han pasado algunos meses y no veo ningún letrero de “Se Vende” en las puertas de TC o Gama TV. ¿Qué esperan? ¿Qué pasen las próximas elecciones? ¿Qué los amigos del poder reúnan la plata para comprarlos?
El Gobierno busca controlar a los medios de comunicación. Que ‘José Luis sin censura’ sea un programa basura no legitima en absoluto su prohibición. Esta censura atenta contra nuestro más elemental derecho a ver, leer o decir lo que queramos, sin que el Gobierno nos vigile o pretenda decidir por nosotros.

27 de noviembre de 2008

Movimientos sociales y abolir leyes

La humanidad a lo largo de la historia a sido testigo de muchas injusticias y atrocidades. Sin embargo, por suerte, también a sufrido muchos cambios y revoluciones que han ido eliminando gran cantidad de barbaridades. Los protagonistas de estos cambios son, por lo general, los movimientos populares. Son los activistas sociales quienes prenden la chispa de la revolución que luego será la antorcha de lucha de toda una comunidad.

Sin embargo se cree, gracias al pensamiento estatista, que estas luchas populares han sido posibles y valederas debido a la institucionalización de las mismas a través de leyes. Yo como libertario considero lo contrario.

Los grandes cambios sociales en los últimos dos siglos, no ha tenido nada que agradecer a la legalidad, al contrario era contra las leyes la pelea. Si bien es cierto que muchos cambios han terminado en la creación de nuevas leyes, ésta es solo la forma y no el fondo. El fondo real del asunto, es la abolición de leyes absurdas.

Por ejemplo: en la lucha contra el apartheid lo importante no es que ahora diga que todos tenemos derechos sin importar la raza, eso siempre a sido así es el derecho natural, el problema es que existían leyes que decían que los no blancos no tenían derechos iguales y fue justamente lo que se abolió; ese es el fondo del asunto. En el movimiento por el sufragio femenino, no se consiguió la creación de una ley que permita a las mujeres votar, se consiguió abolir la ley que decía que solo los hombres podían hacerlo.

También es cierto que gran parte de estos cambios son de carácter sociocultural, y dependen de la evolución de la sociedad. Sin embargo toda la vida ha habido gente de avanzada y con un pensamiento de vanguardia dispuesta a dar la vuelta a la tuerca. El problema más que si la sociedad avanza o no, es que existen leyes que no permiten que los individuos que quieran avanzar lo hagan.

Por ejemplo: en la Alemania nazi, no todos los alemanes odiaban a los judíos. De hecho la gran mayoría no lo hacía, pero existía una disposición legal de exterminación y si alguien era cómplice de esconder o defender un judío era castigado. Es por esto que pocos se atrevían a hacerlo. Si simplemente se tratara de una sociedad estúpida, los que no somos tan estúpidos hubiéramos ayudado a los judíos y el holocausto no hubiera sido tan atroz.

La comunidad GLBTT después de mucho trabajo y organización logró su despenalización. No es necesario que haya una ley que diga que todos tenemos derechos sin importar nuestra orientación sexual, eso es solo la forma. Lo importante es que ya no hay una ley que criminaliza la homosexualidad, ese es el fondo. La sociedad sigue siendo, en su gran mayoría, homofóbica pero la diferencia está en que las violaciones a los derechos de los homosexuales ya no están institucionalizadas.

Como libertario apoyaré siempre toda causa cuya lucha sea la despenalización de actividades y la eliminación de leyes absurdas. Y así mismo, como libertario nunca apoyaré movimientos cuya causa sea la creación de nuevas leyes o la criminalización de algún acto.

En el ámbito local, por ejemplo apoyo la causa de las organizaciones de comerciantes informales. Hay que entender que más allá de la forma y de los aliados políticos debido a la coyuntura actual, lo importante está en el fondo. La causa de las organizaciones de comerciantes minoristas e informales, es simplemente que se anulen las ordenanzas municipales que no les dejan trabajar en determinados lugares, así como la de decomiso, multas y arresto. No están pidiendo leyes de subsidios, ni presupuesto, ni construcción ni nada, simplemente que se los despenalice.

La misma lógica se aplica para demás movimientos como los que luchan por la despenalización de los taxi-amigos, o de los tricimotos en Pascuales, o de la legalización de la marihuana, o de la derogación de la ley de tránsito que no permite vendedores en los buses, o la venta libre de la Postinor y la Cytotec, o de la despenalización del aborto, etc, etc.

*No es necesario que una ley diga que yo tengo derecho a escribir malos artículos como éste, simplemente es necesario que NO diga que me está prohibido hacerlo.

24 de noviembre de 2008

Mutualismo en una Lección

- artículo robado de mutualismo.org

El anarquismo es una ideología que aspira a la máxima ampliación de la libertad individual; a la formación de una sociedad en la que cada cual es dueño de su trabajo y, en consecuencia, a la abolición de la renta, el interés y la usura*1. Al contrario que el anarquismo colectivista o comunista, el mutualismo es una vertiente individualista del anarquismo que considera que todo esto puede lograrse a través del mercado. Para ellos, este no es la fuente del mal, sino un sistema neutral de intercambios voluntarios que ha sido alterado por el Estado para beneficiar a unos pocos: los banqueros, las grandes corporaciones, los terratenientes y los burócratas. Sin su respaldo, todos ellos caerían, dando lugar a una sociedad más igualitaria que cualquier régimen comunista, pero respetando la propiedad y la libertad individual.

Sin patentes que protejan los inventos e innovaciones de las corporaciones de la competencia, estas no podrían crecer desmesuradamente y controlar el mercado. Cualquier invento sería copiado rápidamente por los competidores, y los precios y beneficios caerían en picado con prontitud. Bill Gates no hubiera amasado una décima parte de su fortuna en la anarquía mutualista, y el descenso de precios en maquinaria y tecnología facilitaría el acceso de los obreros a los medios de producción.Además, gracias a esto, los fármacos y los libros de texto serían muy baratos (en el caso de los primeros, se calcula que alrededor de 40 veces más baratos*2), eliminando la necesidad de la sanidad y la educación estatales.

Sin tierras monopolizadas por los terratenientes, cualquiera podría cultivar el suelo libre y convertirse en un pequeño propietario. Nadie pagaría renta a los terratenientes y el precio de las tierras descendería; de esa forma se cumpliría el eslogan campesino de “la tierra para quien la trabaja” sin abolir la propiedad, y las viviendas serían más baratas.

Sin aranceles que protejan al empresariado nacional de la competencia internacional, tanto los precios como los beneficios caerían, impidiendo que las empresas protegidas crecieran a costa de los consumidores.

Sin el monopolio del dinero, que limita la emisión de dinero y la constitución de bancos a unos pocos privilegiados, los tipos de interés caerían gracias a la competencia. Como consecuencia, los negocios se multiplicarían, lo que presionaría sobre la demanda de trabajo y haría subir los salarios. Cada oleada de inmigrantes sería solventada, no mediante restricciones estatales, sino gracias a una demanda de trabajo siempre creciente. La libertad bancaria haría posible que las asociaciones obreras formaran bancos y emitieran billetes (respaldados por oro, plata, etc.) para financiar sus proyectos libres de interés.La eliminación de impuestos y licencias tendría efectos similares, estimulando los negocios y aumentando los salarios. La balanza se tornaría en favor de los obreros o, como dirían los clásicos, los empleos irían detrás de los empleados y no al contrario. La demanda de trabajo superaría su oferta.

Además de estos cuatro monopolios denunciados por Tucker, Carson ha advertido que el Estado subvenciona el transporte de las corporaciones. Los aeropuertos, puertos y carreteras son estatales; los aviones y barcos se construyen en gran medida con dinero estatal, y su combustible está subvencionado por el Estado. Sin esto, el precio de los productos vendidos por las corporaciones aumentaría, y los consumidores se inclinarían preferentemente por las empresas locales, que no tendrían que soportar los altos costes de transporte. En lugar de McDonald’s, que sería caro, es probable que aparecieran pequeñas hamburgueserías para saciar la demanda, suministradas con pan y carne del país. Zara, Nike, H&M y muchas otras empresas que basan su modelo de negocio en estos falsos “bajos costes” ocultos por la subvención, caerían igualmente, sustituidas en gran parte por pequeñas y medianas empresas.

También es probable que prácticas de agricultura ecológica, hoy apartadas del mercado a causa de esta subvención, florecieran impetuosamente en la anarquía mutualista. A esto se sumaría una cierta desconcentración de las ciudades gracias al bajo precio de las tierras y a la abolición de la centralización política, que concentra los recursos de la periferia en las capitales administrativas (lo que explica por qué muchas de las grandes ciudades están en el Tercer Mundo).

La organización mutualista de la sociedad saciaría las aspiraciones de los obreros, permitiéndoles conquistar los medios de producción con facilidad; de los pequeños propietarios, al eliminar los impuestos y la protección del Estado al gran capital; de los campesinos, devolviéndole la tierra y, en general, de todos aquellos que padecen la ineficiencia de los servicios públicos del Estado, de la concentración de la riqueza, del encarecimiento de la vida o de los salarios de subsistencia –si los hay.

Respecto a los servicios de seguridad y de justicia, serían provistos por asociaciones voluntarias; bien en competencia como cualquier otro servicio, bien bajo control democrático de las comunidades y mutualidades, de forma parecida a las asociaciones vecinales de Argentina durante el corralito. El Estado suele ser lento, ineficaz y distribuye sus recursos y efectivos policiales arbitrariamente (por ejemplo, los barrios más conflictivos tienen menos protección, etc.); en la anarquía mutualista, en cambio, la descentralización y el interés de productores y consumidores garantizaría su buen funcionamiento.

Las compañías de seguridad tendrían sus propias normas internas, y tratarían de evitar las guerras con otras compañías, que les supondrían costos adicionales, pactando con ellas para resolver los pleitos de sus clientes pacíficamente, en tribunales de arbitraje neutrales. Su interés en percibir beneficios las haría razonablemente pacíficas en comparación con el Estado, minimizando los conflictos.

La separación de poderes que claman los juristas del Estado es una ficción, ya que estos poderes no tienen intereses opuestos y son fácilmente influenciables por el ejecutivo (como muestra la ascensión por vía democrática de Hitler, o la persecución judicial de ETA según los caprichos del gobierno). En anarquía, el contrapeso de poderes estaría garantizado por el interés real de las compañías y los tribunales, reduciendo la arbitrariedad y ampliando la libertad individual: Las agresiones de las compañías estarían limitadas por la resistencia de las otras compañías; sus intentos de convertirse en Estados, dominando a los clientes, serían rápidamente solventados con la huida masiva de los mismos a otras compañías, etc.

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*1: Entiéndase por abolir “reducir hasta el precio de costo”. Por ejemplo, el interés del dinero no puede abolirse estrictamente, pero sí reducirse hasta el mínimo imprescindible para el funcionamiento del banco. Véase El principio de costo.

*2: Para esto véase Estado de Bienestar, ¿para qué?- Una crítica mutualista.

17 de noviembre de 2008

Esclavos, hoy

- robado del blog de Martín - Destructor de Mitos

En los últimos siglos, uno de los grandes avances de la humanidad ha sido la reducción notable de las situaciones de esclavitud. Aunque, lamentablemente, aún se dan casos de este tipo, en general se trata de prácticas reprobadas por la inmensa mayoría de las personas. Sin dudas, se trata de una mejoría fenomenal si considera que hasta bien entrando el siglo XIX la posesión económica de personas era un hecho común de la vida.


Debe comprenderse bien el fenómeno de la esclavitud en aquellos tiempos: su existencia no obedecía a la voluntad de personas perversas, malsanas o inhumanas. Simplemente se creía que así debían ser las cosas y que de esa manera la organización social funcionaba relativamente bien. En definitiva, se reconocía que existía algo así como una jerarquía natural (o cultural) que justificaba la explotación de unos en beneficio de otros.


Pero evolucionamos y actualmente esa visión resulta inaceptable y aberrante para casi todos. Hoy, una persona no puede ser dueña de otra, es decir, no puede (o no debe) hacerla trabajar en forma compulsiva para su propio beneficio.


Sin embargo, aún continúa aceptándose una forma de esclavitud indirecta (o mediata): uno no es libre de utilizar en lo que desee todo el producto de su trabajo. En la práctica, una parte no menor de los ingresos generados por cada individuo es compulsivamente apropiada y utilizada para fines que dependen de las preferencias de un grupo mayor o menor de personas (*). No es casualidad que a esta apropiación la denominemos “impuestos”.


Por supuesto, se trata de un sistema más “amable” y que se encuentra debidamente presentado con un barniz de solidaridad. Pero una vez eliminada esa cáscara, una vez que analizamos en profundidad ese sistema de organización de las relaciones sociales y las creencias y valores que lo sustentan, nos encontramos con un núcleo que aún conserva gran cantidad de residuos esclavistas.


Somos en gran medida libres para elegir a quien venderle nuestro trabajo (un avance no menor), pero continuamos siendo esclavos a la hora de dar uso a los recursos de generamos. Tal como hacían los esclavistas, el grupo de poder que controla al estado (y por lo tanto los medios políticos y la violencia institucionalizada) nos utiliza como objetos económicos destinados a aportar compulsivamente a sus intereses y fines particulares.


En el futuro, creo que esto último será visto tal como vemos a aquel sistema de esclavitud directa del pasado, que tanta repugnancia nos produce hoy.

(*) Siempre cercanas y funcionales a los grupos de poder socio-económico establecidos.


- Lo único que puedo agregar a este escrito, es que si bien con la esclavitud el hombre a evolucionado, esta evolución no se dio a partir de la nada sino a partir de quiénes se negaron a ser o tener esclavos. Esa desobediencia siempre es y será necesaria para dar los debidos cambios en la sociedad. Así como los negros que huyeron, y quienes los ayudaron a ser libres, no esperaron el futuro sin esclavos sino que forjaron su propio camino, hoy nosotros tampoco debemos esperar a que en algún futuro incierto el estado deje de robarnos, sino que tenemos que desobedecer evadiendo impuestos hoy mismo pues sino nunca se dará ningún cambio. Así que, a evadir impuestos por un futuro mejor!

15 de noviembre de 2008

Las Cruces Sobre el Agua

Hoy se recuerdan 86 años de la mayor masacre contra el pueblo guayaquileño, la masacre de Las Cruces Sobre el Agua, bautizada así por el nombre de la novela de Joaquín Gallegos Lara, que relata el fatídico suceso.

A 86 años, quienes mantenemos la memoria histórica de nuestro pueblo, sentimos la necesidad de propagar los hechos que causaron aquella masacre que tiñó de rojo el río Guayas. Hemos decidido rendirle homenaje a partir de este espacio, que si bien no es la mejor cosa que digamos, es nuestra humilde trinchera de lucha y opinión. Por tanto voy a hacer un brevísimo relato de lo que aconteció aquel 15 de noviembre de 1922.

El Guayaquil de inicios de siglo XX entraba a competir al mercado capitalista internacional con la exportación del cacao, que para aquel entonces tenía un auge económico y estaba volviendo ricos a un grupo de personas que mantenían el control de gran cantidad de tierras. Pero este negocio no solo trajo a Guayaquil flujo de capital, sino que también el flujo de ideas, diríamos ideas nuevas y que a cualquier potentado pondría los pelos de punta. Esta idea fresca, que había surcado anchos mares, era llamada “anarquismo”.

Mientras el anarquismo llegó a Guayaquil y se propagaba de boca en boca, de estibadores hasta obreros eléctricos, las ventajas para la clase trabajadora; Guayaquil recibía un sin número de visitantes de otras provincias, que se aventuraban a venir en busca de una oportunidad de trabajo y de mejor vida.

La mejor vida sólo fue un espejismo del imaginario, tanto de quienes venían de otras provincias como de quienes habían nacido aquí, pues no veían los frutos de aquel auge económico tan cacareado y todos los días tenían que llenar la panza con sueños de mejor vida y sobrevivir sobre verdaderos pantanos y arrabales en humildes chozas.

Para entonces el boom cacaotero era una realidad, y toda la cantidad de ganancias que circulaban también. Pero vale recalcar que el flujo de ganancias eran una realidad para aquellos privilegiados, que ahora buscaban relacionarse con el poder político para poder consolidar su poder económico.

Estos sectores pertenecientes a la burguesía agroexportadora, logran su cometido y estrechan lazos con el gobierno de José Luis Tamayo, consiguiendo mayores privilegios mientras sus trabajadores seguían viviendo en la más absoluta miseria.

El resultado de estos privilegios fueron: la creación de bancos locales para mantener a salvo sus inversiones, aunque luego estos les servirían para hacer una serie de fraudes especulativos y devaluar la moneda para asegurar sus capitales, en plena crisis del cacao.

Como todo tiene su final, el auge cacaotero llegó a su fin. Pestes que destruían los cultivos como la monilla y escoba de bruja, destruyeron un sinnúmero de hectáreas y el gran negocio perdió ventas hasta perder paulatinamente su espacio en el mercado a la vez que su precio bajaba en picada.

La aristocracia comenzaba a perder todas sus inversiones, pero como siempre el juego de la gente sucia funciona así, la aristocracia junto a la banca guayaquileña de la mano con el gobierno, crean una serie de mecanismos que les permiten asegurar su dinero sea como sea y a costa de quien sea. En este caso la desgracia económica se la pasan al pueblo. Los bancos comienzan a emitir dinero sin respaldo apropósito para que el gobierno aliado entregue presupuesto para un salvataje bancario, muy similar al feriado bancario reciente. Esta y otras artimañas fueron el detonante de las sucesivas huelgas de trabajadores porteños.

El ambiente que se vivía en esos días era de gran agitación. La carestía de los alimentos de primera necesidad, producto de la especulación y la devaluación de la moneda, son los ingredientes que conllevan a que los sectores desposeídos se organicen y se unan en sindicatos para plantear sus demandas y llevarlas a cabo.

Aquella idea que cruzó un sin fin de mares, daba sus primeros frutos: se había regado entre todas las masas de trabajadores. La Federación de Trabajadores Regional del Ecuador (FTRE) era una muestra de la difusión del anarquismo entre los sectores laborales. Fue la FTRE, de corte anarcosindicalista, quien toma la posta y los trabajadores ferrocarrileros de Durán quienes activan la primera huelga, a finales de octubre del 22. Seguido a esto se unirían marchas de apoyo y la sucesiva huelga de los trabajadores eléctricos y otros sectores que poco a poco se irían uniendo.

Esto desembocó y dio como resultado una paralización de 3 días, una huelga general de los trabajadores. La ciudad en ese período de 3 días pasó bajo control obrero, que dio muestra de la capacidad orgánica de los sindicatos y sus militantes, además de mostrarnos que otro mundo es posible.

Esos días de control obrero, transcurrieron en paz, pero para el 15 se movilizaron tropas hasta Guayaquil con el fin de acabar con la reciente revolución obrera. La causa fue una carta del presidente Tamayo hacia el coronel Barriga, en la que decía explícitamente que “hasta mañana pasada de las 6 quería orden en Guayaquil, sea como sea queda usted advertido”. La carta era la crónica de una masacre anunciada.

Ese mismo día, una concentración de gigantes proporciones se movía especialmente en el centro de la ciudad. Eran las 4 de la tarde y las primeras balas se escuchaban por el malecón, los militares habían arribado a la ciudad y la orden había sido decretada. Cientos de personas, pobres, hombres, ancianos, niños, mujeres caían a punta de ráfaga de fusil. Los que alcanzaban a escapar, corrían desesperadamente a las tiendas de armas para buscar algo con qué defenderse, aunque no de mucho sirvió.

Aquellos que habían acudido con la alegría en el rostro y el palpitante corazón de aquel triunfo popular, eran de un momento a otro silenciados para siempre con el ruido de las balas. Aquella columna de sueños construida por quienes tienen hambre de justicia y sed de dignidad, era desmoronada a punta de bala por quienes tienen un casco en vez de cerebro.

Después de aquella cobarde carnicería humana, los militares con sus bayonetas habrían los cuerpos de los cadáveres, los llenaban de piedras y los lanzaban al río. Miles e incontables son las personas que no solo fueron asesinadas sino lanzadas al agua o enterradas en fosas comunes, para desaparecer su rastro. Las cifras de muertos se cree que va entre 2000 a 5000 personas, y hay que tener en cuenta la población total de aquel entonces, para poder ver la magnitud de tan cruel evento.

Sin embargo, los efectos de la masacre fueron más allá. A raíz de esto, se criminalizó la protesta, tanto como los movimientos sociales y trajo consigo una voraz persecución y exilio a los dirigentes anarcosindicalistas.

Pero lo ocurrido el 15 de noviembre en Guayaquil, no es un evento aislado. La masacre en el puerto es muy similar a la matanza de Santa María de Iquique en Chile en 1907, la Semana Trágica en Argentina en 1919 donde mueren cientos de obreros o también la Masacre de las Bananeras en Colombia en 1928 con un desenlace aterrador. No es casualidad que en todos estos episodios, el movimiento obrero caracterizado por el anarquismo sindicalista de aquel entonces haya sido cayado a través de la contestación de gobiernos ultra tiránicos que vieron como con gran fuerza y organización el pueblo tomaba el control de sus propias vidas y creaba un mundo alterno al de la imposición y la fuerza.

Tantos años después de todas estas masacres, nos quedan tan solo tres cosas. La memoria histórica que a veces puede ser frágil y que siempre hay que conservarla. La impunidad que a convivido con nosotros desde los tiempos mas antiguos. Y algo muy importante que es el referente que sirve como ayuda y guía a los nuevos movimientos sociales, un referente de que no todo está perdido y que sí se puede crear un cambio.

De esta forma rendimos homenaje a todos los caídos y silenciados por el despotismo estatal.

12 de noviembre de 2008

Será?

imagen sacada de rebelion.org Será?

11 de noviembre de 2008

Protestas antitaurinas, y los medios asquerosos

Hace unos meses un grupo de estudiantes de la Universidad Católica fue víctima del abuso de poder por parte de la Policía Nacional. Fueron golpeados, gaseados, empujados, insultados, etc. Esta es una de tantas muestras de la prepotencia de las personas cuando se les otorga cierto poder. Afortunadamente la prensa estuvo ahí para cubrirlo, para denunciarlo y para que todos nos enteremos. El caso aún es mencionado en los medios de comunicación. Me solidarizo con la gente de la católica, repudio la acción de violencia por parte de la policía, sin embargo así mismo repudio la actitud de los medios masivos, más que parciales asquerosos.

El día sábado 8 de noviembre, por cuarto año consecutivo se realizaron corridas de toros en Guayaquil. Así mismo, por cuarto año consecutivo, un grupo de personas, reducido pero decidido, nos concentramos afuera del coliseo para manifestar nuestro rechazo contra esa crueldad. Por cuarto año consecutivo, hubo insultos de parte y parte: "sádicos morobosos" les decíamos a quienes vestidos de blanco y con bota de vino bajo el brazo nos gritaban "hippies desempleados". Por cuarto año consecutivo, hubo atentados a la propiedad de los asistentes, cosa que no apruebo en lo absoluto. Y así mismo, por cuarto año consecutivo hubo violencia institucionalizada por parte de la policía contra nosotros, los manifestantes. La convocatoria pacífica, desencadenó una serie de atropellos contra nuestros derechos, igual como pasó en la Católica solo que de esto nadie se enteró, ningún medio se escandalizó y obviamente los agresores (los policías) jamás serán sancionados.

Como resumen de lo que sucedió el día sabado tenemos: 2 activistas presos, bajo qué cargos nadie sabe pues cuando me acerqué a preguntar lo único que recibí fue un puño en mi cara. Al primero lo agarraron entre cuatro uniformados al estilo GI Joe (del GIR creo que eran, como si fueramos criminales!) y lo treparon en una camioneta sin placas ni identificación de unidad (G-#### debería decir). Lo cogieron mientras estaba sentado, y cuando la gente corrió detrás para impedir que lo apresen nos amenazaron con unos perros. Al segundo lo cogieron mientras iba caminando descamisado, lo sentaron en una moto, golpearon a la gente alrededor y se fueron. También hubo varias personas afectadas por el gas pimienta que echaron, muchos teníamos los ojos inchados, otros no podían respirar pues se les había metido a la garganta. Muchos fuimos golpeados, algunos con razón, pero la mayoría bajo la única lógica de que quien pregunta o cuestiona a la autoridad debe aprender, a la fuerza, a no hacerlo. Muchos agredieron a los asistentes, así como muchos asistentes agredieron a los manifestantes. No estoy hablando de insultos, sino de empujones o escupitajos, incluso derrepente de dentro del coliseo lanzaron una caña la cual le cayó a un señor que estaba afuera; aparte debido a que se interrumpía el paso del camión que llevaba a los toros, un encargado de la organización salió eufórico y le entró a golpes a un activista que estaba grabando todo (ojala puedan acolitarme el video). Lamentablemente esto no es la primera vez que pasa, los dos años anteriores también habíamos sido reprimidos de una manera muy parecida (digo 2 porque en el 2005 no fui, y digo parecida porque los años anteriores no me habían tirado gas, pero si me habían dado toletazos).
Lo peor del caso, es que al parecer o los policías no saben hablar o les obligan a que no digan nada, pues cuando empecé a interrogarlos, ninguno (de los mínimo 30 a los que les pregunté) supo decirme ni su nombre, ni su cargo, ni su identificación, ni quién era el encargado o superior del operativo. Cuando logramos ver quien era el superior directo ahí presente, a parte de percatarme de que era quien el año pasado me había abofeteado personalmente, me di cuenta de qué el tampoco sabe hablar y que su única respuesta lógica es que "el no tiene nada que hablar con un mamarracho como yo", incluso si mi carnet de prensa diga lo contrario:

"De acuerdo al Art. 39 de la LEY DEL EJERCICIO PROFESIONAL DE PERIODISTA, publicado en el Registro Oficial #900 del 30 de Septiembre de 1975, recordamos la obligación de dar al portador la ayuda necesaria y el libre acceso a las fuentes de información"

Al parecer para los policías solo quien carga una libreta o una cámara de algún medio masivo y conocido es prensa y el resto no. Pues les recuerdo que existe la presa independiente, y que así no seamos prensa todo policía debe tener la obligación de idenficarse ante un ciudadano, pues lo contrario sería despotismo puro y duro! El único nombre que me supieron dar fue Crnl. Noguera, que no se si existe o no, pero en caso de que exista espero sea sancionado como se merece.

Esto es un breve resumen de lo que yo pude presenciar el día sábado, ojalá quienes estuvieron ahí me ayuden a completar los hechos, y a crear la versión que los medios nunca van a sacar.

Hace unos meses en la Católica la concentración era libre de violencia, acá también lo era. En la Católica la violencia la comensaron los otros, acá también fue así. En la Católica los agresores fueron los policías y las víctimas los manifestantes, acá pasó excatamente lo mismo. La única diferencia es que ahora los golpeados no éramos rubiecitos de la Católica, sino rockeros mamarrachos. Lo que pasa es que ahora, quienes lloraron por la violencia policial estaban adentro disfrutando de sangre ajena, mientras los policías nos gaseaban a nosotros para que ellos disfruten de su show en paz. Qué asco que la legitimidad de la violencia se analice según quien es el afectado. Violencia policial es violencia policial, sean los "aniñados de la Católica" o los "ecologistas desempleados" quienes están siendo golpeados!

5 de noviembre de 2008

Guayaquil Antitaurino

Por cuarto año consecutivo, el coliseo cerrado se llenará de sangre. Por cuarto año consecutivo, un reducido grupo de ridículos activistas saldremos a manifestarnos en contra.

No espero que sea prohibida por la ley, sino simplemente que poco a poco quienes gustan de esa masacre tomen conciencia y dejen de ir. Conciliador? Pacifismo? No, es simplemente respeto al derecho de los demás de hacer lo que quieran, incluso si yo lo considero inmoral y aberrante. Igual que un grupo provida debería tener el derecho a protestar frente a mi clínica de abortos, pero no tiene derecho a prohibir el aborto por decreto institucional.

COMUNICADO DE ANIMANATURALIS, INVITANDO A LAS ACTIVIDADES ANTITAURINAS

Una vez confirmadas las autorizaciones de la Muy Ilustre Municipalidad de Guayaquil y de la Federación Deportiva del Guayas para la realización de las funestas corridas de toros en el Coliseo Cerrado el próximo 8 de noviembre, AnimaNaturalis invita a la ciudadanía en general y a los medios de prensa a acudir y apoyar las acciones no violentas de rechazo que se efectuarán en distintos lugares de nuestra ciudad, ante este desacierto de las autoridades locales.

Tarde de concienciación - AnimaNaturalis
Patio de comidas del Centro Comercial La Rotonda
Miércoles 5 de noviembre 2008
18:00 – 20h00

Realizada con el fin de exponer ante los presentes la crueldad e injusticia implícitas en la tauromaquia y nuestra propuesta de no violencia y respeto a los animales no humanos. Entre las actividades puntuales que la agrupación realizará, contamos: intervenciones de miembros de la agrupación, repartición de volantes, presentación musical, proyección de videos y presentación de estadísticas sobre la decadencia de este espectáculo a nivel mundial.

Mesa de Derechos Animales - AnimaNaturalis
Explanada del Centro Cívico
Viernes 7 de noviembre 2008
Todo el día

En el marco de las Jornadas de Derechos Humanos, AnimaNaturalis tendrá una mesa informativa donde se expondrá a los presentes los cuatro pilares fundamentales de la organización, que además de Ecuador, se encuentra presente en países como España, Argentina, Chile, Colombia, Uruguay, Venezuela y México.

Expondrá con argumentos y estudios probados, la relación directa que hay entre el abuso a los animales y a las personas.

Los animales tienen derechos fundamentales, como el derecho a la vida, a la libertad, a no ser torturados y a no ser considerados propiedad. La idea de derechos otorga protección a seres con intereses y los animales tienen al menos el interés de procurarse estados de bienestar elementales y evitar situaciones de peligro y dolor.

Puesta en escena "Ponte en la Piel del Toro" - AnimaNaturalis
Explanada del Coliseo Cerrado "Voltaire Paladines Polo"
Sábado 8 de noviembre 2008
17h00

Nuevamente se escenificará la exitosa prestación "Ponte en la Piel del Toro" para ejemplificar el sufrimiento de este inocente animal, que es torturado y masacrado para lucro y diversión insana de una minoría. "Ponte en la piel del toro" busca despertar la compasión y la empatía en las personas, para que rechacen esta clase de espectáculos crueles.

La realización de corridas de toros, por cuarto año consecutivo en nuestra ciudad, demuestra que las autoridades pertinentes, responsables y gestores de eventos involucrados carecen de sensibilidad y compasión, al traer un evento anacrónico y cruento a una ciudad que no necesita más violencia, ni mas sangre ni mas injusticia y que no representan el sentir de la gran mayoría de sus habitantes.